Artículos de opinión - 1
< Las cosas más importantes de la vida no son cosas.
< El Urbanismo de Puertollano y la Trashumancia.
< La terca realidad.
< Hoy he tenido un sueño...
< Ciudad Real, república bananera.
< De Fiestas, Celebraciones y Quijotes.
< De vez en cuando...
< Parque Natural y Cultural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona.
<
Energía: ¿es necesario que seamos tan derrochadores?
< Fundamentalistas del capitalismo salvaje.
< El Paisaje de Ciudad Real provincia.
"Las cosas más importantes de la vida no son cosas
"Vicente Luchena Rodríguez
Con la rutina "del cada día" le suelen pasar desapercibidas esas cosas; es de tarde en tarde, cuando los quehaceres cotidianos se rompen, cuando únicamente puede detenerse y pensar en las cosas que le envuelven, en los paisajes que le albergan, y en esos otros seres que habitan su misma tierra. Gusta de sentarse en el pollete de piedra situado junto a la puerta de la casa; desde allí divisa una panorámica de "su valle".
Sobre todo al atardecer, cuando el rigor del calor estival se retira, se asienta en la piedra de cuarcita y se embelesa con la simple contemplación del crepúsculo.
Ésta, como la gran mayoría de las casas del valle, está orientada hacia el Este, protegiéndose así de los vientos dominantes del Suroeste. Cerca de la puerta principal se sitúa el gallinero, con forma de chozo recubierto de monte y en su interior las gallinas negras castellanas; un poco más allá la zahúrda. A unos metros de la casa todavía resisten los restos del viejo chozo, ese mismo chozo que sirvió de refugio a los antiguos pastores trashumantes, los "serranos", que, a falta de una vivienda más estable, debían construirse en pocos días un habitáculo que les diera amparo de las lluvias y de los fríos del invierno. Suelen tener forma cónica, con un pequeño muro de piedras de cuarcita; muro que sustenta las vigas de madroño o de enebro y, sobre ellas, la cubierta de monte: jara, retama, juncos... En el interior de esta precaria construcción los pastores podían hacer fuego, siempre un fuego menudo y casi imperceptible, ya que había un serio peligro de incendio.
Se completa la fauna doméstica con algunos pavos que satisfarán las apetencias urbanas durante la Navidad y los imprescindibles perros: los mastines de protección del rebaño y los careas, perros pastores de la zona. En la cuadra, el burro descansa del fatigoso día pasado, dedicado al acarreo de la leña, el agua o las compras hechas en el pueblo más cercano. Un pequeño rebaño de cabras bravías sirven de suministro de leche fresca a los niños de la casa. Durante los inviernos y primaveras, en la cercana majada pasa la noche un rebaño de ovejas merinas procedentes de la comarca de Cameros, en La Rioja. A finales del otoño bajan por la Cañada Real Soriana Oriental en busca del invernadero del Valle de Alcudia, para, al final de la primavera, volver a sus lugares de agostadero. En otros quintos del valle pastorean hatos originarios de Soria, Segovia, Teruel o Cuenca, descendientes de aquellos míticos rebaños trashumantes de raza merina castellana.
La casa del quinto se sitúa en lo alto de la loma y, desde ella, permite divisar esos espectáculos celestes que se producen a diario. Cuando el sol baja hasta su ocaso se oculta tras la sierra que tantas veces ha recorrido a pie. El día muere y, durante breves instantes, se dibuja claramente el perfil de las montaraces y escabrosas cumbres. En lontananza se esbozan rápidos aleteos de abejarucos y tórtolas que buscan ya su dormidero. Las ranas de la cercana charca croan alocadas.
Sólo pasan unos minutos y el valle parece guarecerse bajo la noche. La oscuridad invita al recogimiento, aunque no es éste el caso ya que la tenue luz de la luna llena pronto inundará casi toda la Alcudia. Ésta luz le induce, le impulsa, le empuja a romper la monotonía y lanzarse a caminar bajo las chispeantes estrellas.
No lo piensa más, entra en la casa y se coloca las botas de campo; toma la mochila y embute en ella algún bocado para después: queso manchego, algo de morcilla picante, pan moreno y exóticos dátiles, sin faltar la bota de vino. En la percha, detrás de la puerta, le reclama su "cachaba", el bastón de monte con el que ha recorrido medio país. Aunque es de noche hay que llevar la cámara fotográfica "por si acaso". Ya sólo falta coger algo de abrigo "que de madrugada refresca". Sale de la casa con la impaciencia del aventurero y la curiosidad del niño.
Toma el camino del Oeste, con la luna a las espaldas para ver mejor por donde pisa. De noche la percepción de las cosas se trastoca, y las encinas que jalonan el sendero, aunque de sobra conocidas, parecen ahora mucho mayores. Camina por el interior de la dehesa sin necesidad alguna de luz artificial. Es agradable la suave brisa nocturna que contrasta con el infernal calor del día. El cadencioso canto de los grillos elimina la posible sensación de soledad, mientras "su primo" el grillo cebollero da unas notas estridentes.
El camino sube, baja, gira y re-gira, dando al paseo la variedad necesaria. A la salida de una curva huye incomodado un ave nocturna que buscaba su comida en la despensa de la dehesa, posiblemente un autillo. No se atemorizan, en cambio, los ruiseñores y mirlos que, con su canto nocturno, acompañan al caminante. Al pasar por una zona húmeda, le sobresalta un potente sonido de un animal que la abandona a todo correr: un jabalí que se encontraba en la baña, aliviándose de los parásitos.
La noche avanza y, aprovechando que el sendero pasa por un mirador natural, algo elevado y con perspectiva del valle, el paseante se detiene a tomar un bocado. Es extraordinario el momento: sentado en el borde del mirador, comiendo de las viandas, pierde por completo la noción del tiempo; frente al espectáculo nocturno que tiene a sus pies y arropado por la multitud de titilantes estrellas, el caminante filosofa y piensa en su insignificancia, también se ratifica en que el ser humano pertenece a la Tierra, y es un elemento más de la vida que crece y se desarrolla sobre ella. En esos momentos le viene a la memoria una cita que leyó tiempo atrás: "El ayer es historia, el mañana, misterio, y hoy, un regalo."... También le reconforta en su interior que "Las cosas más importantes de la vida no son cosas". Con estas y otras reflexiones, el paseante se descubre caminando de nuevo, en dirección ya hacia la casa y pensando que, con toda seguridad, no podrá pegar ojo lo que queda de noche, pensando en las cosas que, de verdad, importan.
Publicado en el Diario La Tribuna, Extra de Feria de Mayo 2003
El
Urbanismo de Puertollano y la Trashumancia
Vicente Luchena Rodríguez
La
estructura urbanística de una parte de los pueblos de España, también de la
provincia de Ciudad Real, ha estado determinada por el paso del ganado
trashumante, al menos desde la Edad Media. Este movimiento de ganado,
mayoritariamente de ovino, generó unos caminos estables y regulares a lo largo
de los años que, posteriormente, derivó en su clasificación oficial como Vías
Pecuarias. Esta vías ganaderas tomaron un impulso definitivo cuando en 1273
Alfonso X el Sabio reunió a “todos los pastores de Castilla” en una
asociación nacional y les otorgó una carta de privilegio: nacía el Honrado
Concejo de la Mesta de Pastores. A partir de ahí una dilatada historia de idas
y venidas, también de conflictos con agricultores, siempre en busca de los
mejores pastos y el mejor clima para producir carne, lana, y leche de la mejor
calidad, así reconocida en todo el mundo.
Recordemos
que este desplazamiento de enormes cantidades de ganado, se realizaba a pie dos
veces al año. De esta manera se mantenían expeditas las rutas por las que
pasaban los rebaños cada semestre. La anchura de los caminos ganaderos dependía
básicamente de la cantidad de cabezas que pasaban por ahí. Por ello, hay
diferentes vías pecuarias a tenor de su anchura y longitud:
-
Cañada Real: 75 m. de anchura.
-
Cordel: 37’5 m.
-
Vereda: 20 m.
-
Colada: anchura
variable.
Estos
rebaños trashumantes no sólo marchaban por “el campo”, sino que también
atravesaban muchas localidades de nuestro país, entre ellas Puertollano. De
hecho por nuestra ciudad atraviesa una de las más importantes cañadas reales
de España y la de mayor longitud: la Cañada Real Soriana Oriental.
Cuando estas rutas ganaderas atravesaban los pueblos requerían que las
calles fueran más anchas de lo habitual. De hecho el topónimo de Calle Ancha
deriva de este fenómeno trashumante; no sólo en Puertollano existe una calle
con este nombre, en muchos otros pueblos se repite esta denominación, casi
siempre nacida del paso de ganado.
La
calle Ancha de nuestra ciudad, es un ramal de la Cañada Real Soriana llamado Colada
de la Calle Real, que es en la que desemboca la ya citada C/ Ancha.
La
histórica entrada a Puertollano por el Norte, “la Virgen de Gracia”, es un
cruce de caminos del que nacen dos ramales a la Cañada Real: el ya citado de la
Colada de la Calle Real y la Colada del Arroyo del Convento. Esta última
transcurre a lo largo de lo que hoy es el Paseo de San Gregorio, en su lado
Este. Buena parte de la “responsabilidad” de que exista el citado Paseo, al
menos con la anchura actual, se debe a la existencia de este paso constante de
ganado. Esta colada atraviesa el Paseo de Norte a Sur y continúa por la calle
Gran Capitán, para salir de la ciudad en dirección al río Ojailén. También
la anchura de la C/ Gran Capitán se debe a que por ella circulaban muchos rebaños
de ganado que, desviándose de la cañada real, se dirigían a los pastos de los
márgenes del río Ojailén, también clasificado como Cordel del Río Ojailén.
Otra
avenida urbana originada por esta causa es la Avenida de Ciudad Real, junto a la
carretera de entrada a nuestra localidad por el Norte. Allí se sitúa la Cañada
Real Soriana, que se adentra en nuestro término en las cercanías del Estadio
Municipal. De hecho esta instalación deportiva está construida sobre un
ensanchamiento de la vía pecuaria, concretamente sobre el Descansadero del
Charcón. Este descansadero y abrevadero, de gran extensión, contenía en
su interior a una parte del Estadio Municipal, al Recinto Ferial y al actual
Parque de las Pocitas del Prior.
No
era éste el único descansadero de Puertollano, existen, o existían otros dos.
El que queda, aunque muy reducido por ocupaciones ilegales, es el Descansadero
de la Fuente de la Alcoba, situado a la salida de la ciudad por el Suroeste,
junto a la carretera de Córdoba, entre naves industriales y una vaquería. En
este punto nace el Cordel de la Alcoba, que se dirige hacia el Puerto de
Mestanza. El tercer descansadero se utilizó en su día para construir la
antigua Plaza de Toros, y posterior e increíblemente se vendió para lo que hoy
es el Edificio Tauro. Este Descansadero de la Plaza de Toros estaba
situado junto a la Colada del Arroyo del Convento, ya citada anteriormente.
Pero
aún queda lo que, probablemente, es un vestigio del pasado trashumante de
nuestra ciudad: la Ermita de la Virgen de Gracia. En tiempos de apogeo de
la Trashumancia, se desplazaban numerosos rebaños, a los que había que proveer
de agua y comida a lo largo del camino. Pero obviamente, también se desplazaban
con ellos pastores, ganaderos, y personal de la Mesta encargado de la vigilancia
y salvaguarda de las vías pecuarias, así como del cobro de los
correspondientes impuestos. A estas personas había que proporcionarles lugares
donde poder encontrar alojamiento, comida, o servicio de correo: las célebres
Ventas. Además de este “servicio material”, también se dotaba a estos
caminos del conveniente “servicio religioso”, construyendo para ello las
llamadas Ermitas Mesteñas. A esta naturaleza pertenecen las ermitas de La
Bienvenida (Valle de Alcudia), de la Virgen del Socorro (Argamasilla de
Calatrava), de la Virgen de los Santos (Pozuelo de Calatrava), y también
–probablemente- la Ermita de la Virgen de Gracia de Puertollano; su
emplazamiento en el margen de la Cañada Real Soriana así lo avala.
También
existe en nuestra localidad otra calle con un topónimo de indudable origen
ganadero: la calle del Aprisco. Su estrechura quizá podría deberse a que fuera
utilizada como lugar de conteo de los rebaños al entrar o salir del pueblo.
En
definitiva, buena parte de los lugares más emblemáticos de Puertollano tienen
su origen en el paso de ganado trashumante, paso que ha modelado la estructura
de la ciudad, que ha dejado topónimos relacionados en sus calles e, incluso, la
ermita que da cobijo a la patrona de la localidad.
Se
trata de un pasado reciente al que, inexplicablemente, vive de espaldas la
población y las instituciones y entes culturales. Forma parte de nuestra
cultura, y ya va siendo hora de que se reconozca que no sólo la minería ha
conformado esta ciudad, también la trashumancia y, dicho sea de paso, también
la fabricación de paños, antaño muy valorados.
Relacionadas
con el pasado trashumante de Puertollano, y con su necesaria reivindicación
histórica, sería muy interesante poner en práctica una serie de proyectos que
esquemáticamente enumero: recuperación, señalización y puesta en valor del
patrimonio de la red de vías pecuarias del municipio; difusión de la misma;
erigir un Monumento a la Trashumancia; instituir en la localidad un Centro de
Interpretación de la Trashumancia, incluida una biblioteca de estos contenidos;
una Fiesta de la Trashumancia, al igual que ya se hace en otras localidades
mesteñas, por cierto con gran asistencia de turistas.
Es sorprendente observar cómo en el Centro de Interpretación de la Trashumancia de la Venta de Piqueras (La Rioja), se cita y sitúa a Puertollano en el plano de la Cañada Real Riojana, mientras aquí vivimos de espaldas a esta realidad histórica local.
Vías
Pecuarias de
Puertollano
|
||
Nº |
DENOMINACIÓN |
LONGITUD
Km. |
1 |
Cañada Real Soriana Oriental |
10 |
2 |
Cañada Real de Puerto Suelta |
9 |
3 |
Cordel de la Alcoba |
9 |
4 |
Cordel del Roble |
4 |
5 |
Cordel del Río Ojailén |
9 |
6 |
Colada del Arroyo del Convento |
3’5 |
7 |
Colada de Garcicostilla |
2 |
8 |
Colada del Arroyo del Tamujoso |
2 |
9 |
Cañada del Allozo |
2 |
10 |
Márgenes y prado del Río Ojailén |
6 |
11 |
Colada del Camino del Atajo |
0’250 |
12 |
Colada de la Calle Real |
1’5 |
13 |
Descansadero del Charcón |
|
14 |
Descansadero de la Fuente de la Alcoba |
|
15 |
Descansadero de la Plaza de Toros |
|
TOTAL |
58’250
Km. |
|
58’250
Km. |
Publicado en el Diario La Tribuna, Extra de Feria de Septiembre 2003
La terca realidad
Vicente Luchena Rodríguez
La terca, obstinada y tozuda realidad tiene el vicio de no poder ocultarse durante mucho tiempo. Esto ocurre, por ejemplo, con dos hechos muy recientes que vienen a poner en duda las siguientes afirmaciones:
"Vivimos en un estado de derecho"
Recientemente, algunos agentes de la Guardia Civil de Fuencaliente, demostraban una vez más que su auténtico objetivo no es hacer guardar la Constitución y las leyes españolas, sino obedecer servilmente a algunos terratenientes; en este caso los dueños de la finca de La Cotofía (Valle de Alcudia), que desde hace años intentan cerrar los caminos públicos, vías pecuarias, arroyos y ríos que cruzan la finca, amén de haber modificado ilegalmente otra vía pecuaria, haber cortado el río Tablillas para hacerse un estanque privado, etc., etc.
Pero éste no es el único caso, ni siquiera el más grave. Muy cerca de La Cotofía se sitúa La Garganta, una de las mayores fincas de España y a la que el rey Juan Carlos I va a cazar con frecuencia. En esta finca, también "protegida" por algunos Guardias Civiles de Fuencaliente (y también de otras localidades de la comarca) no rigen las leyes españolas, sino que está organizada al estilo de los antiguos feudos medievales, es decir la ley es la voluntad del señor; en este caso los herederos del Duque de Baviera, primo del rey de España, y el Duque de Westmister, actual propietario.
En ambos casos la "protección" a los terratenientes también es ejecutada por algunas autoridades de la administración pública encargada de velar por la conservación del Medio Ambiente.
Estos dos ejemplos son fácilmente constatables y no hay más que acercarse por estos lugares para dar un salto en el tiempo y volver a la Edad Media, en cuanto al respeto por la ley se refiere.
"En Puertollano –y provincia- se respeta y conserva el patrimonio histórico-arquitectónico"
En Puertollano se derribó una antigua casa situada junto al Museo Municipal, y curiosamente lo hizo el Ayuntamiento. Desde luego, no es el único caso, ya que un buen número de edificios históricos de esta localidad han sucumbido en los últimos años. Y esta realidad no se puede borrar de la memoria, por mucho museo de la minería que se intente poner en marcha, o cuantos monumentos se erijan en su nombre.
En Puertollano ha existido un centro histórico que, incluso, llegó a estar catalogado por la Delegación de la Consejería de Educación y Cultura. Este centro histórico ha sido eliminado sistemáticamente, y a ello han contribuido tanto la avaricia de algunos propietarios y constructores de pisos, como la complicidad activa del Ayuntamiento de Puertollano. Exceptuando el Paseo de San Gregorio, muy poco más queda de lo que podría dar personalidad propia a las calles de esta ciudad.
Aunque en estado deplorable, aún se podrían salvar y restaurar unas pocas casas, las antiguas tejeras del término de Puertollano, y las chimeneas de las minas, no sólo los castilletes, que dicho sea de paso deberían de mantenerse en sus lugares de origen.
En el resto de la provincia, la situación es igualmente lamentable, salvo raras excepciones. A pesar de ello aún quedan algunos lugares que reclaman una urgente intervención para evitar su desaparición, ya que su abandono y deterioro es alarmante. Uno de ellos es el Puente de las Ovejas, sobre el río Guadiana; un destacable vestigio de nuestro pasado trashumante y de origen romano. Otro importante conjunto histórico es la Ferrería El Martinete, junto al Guadiana, cerca de Los Pozuelos de Calatrava, que languidece tristemente ante la dejadez de su propietario y el desinterés de las administraciones públicas, incapaces de cumplir con una de sus obligaciones.
Publicado en el Diario La Tribuna, Extra de Feria de Mayo 2001
Hoy
he
tenido
un
sueño...
Vicente Luchena Rodríguez
Hoy
he tenido un sueño...
En
este sueño, soñé que vivía en un estado de derecho. Un estado en el que las
administraciones públicas, entre otras cosas, velaban por el cumplimiento de
las normas; unas normas que, votadas por la mayoría de los habitantes de ese
estado de derecho, garantizaban unos mínimos de convivencia entre los
ciudadanos entre sí, y entre los ciudadanos humanos y esos otros
“ciudadanos” que, sin tener voz ni voto, también habitan en nuestra tierra,
también respiran nuestro aire y beben nuestras aguas.
Esos otros “ciudadanos”, esos otros “españoles” que se desplazan a cuatro patas, vuelan, reptan o nadan; esos otros “paisanos” que, anclados con sus raíces a la tierra, fabrican el aire puro que respiramos y atraen a la lluvia benefactora para todos; esos otros “ciudadanos” eran protegidos por unas normas escritas en las tablas de la ley; si algún ciudadano humano incumplía esas normas, se le aplicaba un castigo y se establecía un procedimiento para intentar que esto no volviera a suceder.
En
este sueño, los propietarios de las grandes fincas de mi tierra respetaban los
derechos de los vecinos menos pudientes. Los terratenientes de fincas como La
Cotofía no quitaban el agua a sus vecinos, no cortaban ríos en beneficio
propio, no cerraban el paso por los caminos públicos y vías pecuarias que
atravesaban su finca, no impedían a los pescadores ejercitar su afición en los
ríos. Los terratenientes de fincas como La Garganta no se comportaban como señores
feudales. Los grandes banqueros venidos de otras tierras, al comprar fincas aquí,
no impedían el paso para recoger setas o espárragos a los lugareños que
recolectaban esos productos desde tiempos inmemoriales.
Los
caminos públicos eran, efectivamente, de uso público.
Los
responsables de la administración, encargados de velar por el cumplimiento de
las leyes, no protegían a algunos terratenientes que, bajo cuerda, les
“compensaban”. Cuando algún ciudadano cometía una ilegalidad era
reprendido, pero si era un ciudadano poderoso también era reprendido.
En
ese sueño, los encargados de hacer las leyes y velar por su cumplimiento, eran
los primeros en cumplirla.
También
los ciudadanos llamados de “a pie” tenían un comportamiento respetuoso con
sus contemporáneos, tanto humanos como no-humanos. Los días de fiesta solían
acudir al campo para disfrutar de los atractivos naturales que no tenían en sus
pueblos y ciudades; en esos lugares, al acabar la jornada no quedaba constancia
alguna de que allí hubiera habido alguien ese día: no dejaban basura
abandonada. Con un pequeñísimo esfuerzo los residuos del día de campo los
introducían en bolsas que, posteriormente, se llevaban a la ciudad y los
depositaban en contenedores para basuras. Esos ciudadanos no dañaban los árboles
que les daban cobijo, sombra, aire puro y frescor. No maltrataban a los pájaros
que les alegraban su estancia. No contaminaban con sus basuras las aguas de
manantiales y arroyos.
Esos
“ciudadanos de a pie” daban un buen ejemplo a sus hijos; se cuidaban de
educarlos en el respeto hacia los demás, en la conservación de sus valores, y
en el conocimiento y defensa de su tierra.
Pero...
tras la noche viene el día, y con el día las sombras se iluminan y los sueños
se evaporan, y la realidad se impone... y la Constitución te ampara, la
justicia te defiende, la policía te guarda, el sindicato te apoya, el sistema
te respalda... y los pajaritos cantan y las nubes se levantan.(1)
Hoy
he tenido un sueño...
Las
ideas nuevas necesitan espacio.
El
cuerpo y el alma necesitan nuevos desafíos.
El
futuro se transformó en presente, y todos los sueños –excepto los que
contienen prejuicios- tendrán oportunidad de manifestarse.
Lo
que hay sido importante, permanecerá; lo inútil, desaparecerá.
*******
El
guerrero de la luz, sin querer, da un paso en falso y se hunde en el abismo.
Los
fantasmas lo asustan, la soledad lo atormenta. Como había buscado el Buen
Combate, no pensaba que esto pudiera sucederle nunca a él; pero sucedió.
Rodeado de oscuridad, se comunica con su maestro.
-
Maestro, caí en el abismo –dice-. Las aguas son hondas y oscuras.
-Recuerda
esto –responde el Maestro-: lo que ahoga a alguien no es la inmersión, sino
el hecho de permanecer bajo el agua.
Y
el guerrero usa sus fuerzas para salir de la situación en que se encuentra.
*******
“La
primera cualidad del camino espiritual es el coraje”, decía Gandhi.
El
mundo parece amenazador y peligroso para los cobardes. Éstos buscan la falsa
seguridad de una vida sin grandes desafíos, se arman hasta los dientes para
defender aquello que creen poseer. Los cobardes terminan construyendo los
barrotes de su propia prisión.
El
guerrero de la luz proyecta su pensamiento más allá del horizonte. Sabe que si
no hace nada por el mundo, nadie más lo hará.
Entonces,
participa en el Buen Combate y ayuda a los otros, incluso sin entender bien por
qué lo hace.
*******
Un
guerrero (de la luz) sabe que los fines no justifican los medios.
Porque
no existen fines; existen solamente medios. La vida lo lleva desde lo
desconocido hacia lo desconocido. Cada minuto está revestido de este
apasionante misterio: el guerrero no sabe de dónde vino ni hacia dónde va.
Pero
no está aquí por casualidad. Y se alegra con la sorpresa, se encanta con los
paisajes nuevos. Muchas veces siente miedo, pero esto es normal en un guerrero.
Si
sólo piensa en la meta, no conseguirá prestar atención a las señales del
camino; si se concentra solamente en una pregunta, perderá varias respuestas
que están a su lado.
Por
eso el guerrero se entrega. (2)
1. Serrat
2. Paulo Coelho
Ciudad Real, república bananera
Vicente Luchena Rodríguez
La
gestión del Medio Ambiente en Ciudad Real, por centrarnos en nuestro entorno más cercano, aunque podría
hacerse extensible al resto de la región, cabe calificarse muy cercana a la que
comúnmente se entiende que se realiza en una “REPÚBLICA BANANERA”.
Ciertamente
es una exageración, pero no muy lejana a la realidad cotidiana, esa realidad
terca y tozuda que se empeña en contradecir lo que está “negro sobre
blanco”, escrito en las leyes, reglamentos, normativas, decretos, etc.
Día
a día se vulneran las leyes y normativas en general. Cuando los autores de
estas vulneraciones son personas con recursos modestos, “el peso de la ley”
cae sobre ellos con todo rigor –a veces-: infracciones por poner una tienda de
campaña fuera de los campings, poner un clavo en una encina, pescar sin
licencia…
Pero…,
cuando los infractores son grandes terratenientes -o amigos de una persona
clave- TODO ES JUSTIFICABLE. Entonces toda la normativa ambiental se vuelve
relativa, se puede interpretar de otra manera, desde otro punto de vista que
haga “no punible” lo que, hecho por otra persona, sería severamente
castigado.
A
esto se le llamaba antes “amiguismo” o “enchufismo”, ahora, que tanto se
llevan los eufemismos, se le podría denominar “aprovechamiento de los
recursos sociales y económicos” o “beneficios colaterales”.
Ahora,
supuestamente vivimos en una democracia en la que la justicia debe ser ciega y
se debe administrar sin tener en cuenta la cuenta bancaria o la agenda del
interesado.
Ahora…,
las cosas no son como deberían ser.
Ahora…,
algunas cosas se parecen mucho a como eran hace siglos, o como siguen siendo
actualmente en las repúblicas bananeras.
Pero
no sólo los particulares transgreden la normativa ambiental, sorprendentemente
también las administraciones públicas son infractoras con bastante frecuencia,
desde los ayuntamientos hasta los gobiernos regionales.
Y,
centrándonos directamente en la problemática ambiental, ¿qué está
ocurriendo en nuestra provincia?, ¿estamos mejor, o estamos peor que hace, por
ejemplo, 20 años? A cualquier persona que no conozca en profundidad esta
realidad, le parecería incongruente realizar ésta última pregunta: “pues
claro que estamos mejor que hace 20 años”. Sin embargo la realidad, como decíamos
antes, es tozuda, es terca y, finalmente, ES LA REALIDAD. No debemos confundir
nuestros deseos con la realidad. En cuanto a la gestión del Medio Ambiente en
Ciudad Real, la realidad va muy por detrás de nuestros deseos o, sencillamente,
de lo que está escrito en normativas y decretos. Tampoco concuerdan con la
realidad muchas de las declaraciones rimbombantes de algunas autoridades.
Pero
volvamos a lo concreto, a las preguntas que nos hacíamos antes. Si conseguimos
despegarnos de prejuicios y olvidar los slogan’s, podemos llegar a la conclusión
final de que, en cuanto a gestión medioambiental de la provincia, en cuanto a
conservación de los valiosos espacios naturales que tenemos, estamos PEOR que
hace veinte años, o que quince, o que diez, o que cinco años. Sin embargo, y
parafraseando al viejo eslogan publicitario: “estamos peor que ayer pero mejor
que mañana”. Y esto es grave, ya que lo razonable sería, no ya que estuviésemos
igual, sino incluso que estuviésemos notablemente mejor.
Pero...
¿en qué estamos peor, en qué nos basamos para hacer esta afirmación?: pues
sencillamente en la realidad cotidiana, en el día a día de nuestra provincia,
en el conocimiento directo sobre el terreno.
Muchos
son los parámetros que no resisten el análisis de la realidad, por ejemplo:
-
En cuanto a la conservación de los espacios naturales se debe conocer
que cada día se abren nuevas pistas o carriles por los lugares más intrincados
del monte, destruyendo la capa vegetal, favoreciendo la erosión y deteriorando
el paisaje.
-
Con los nuevos vallados que se instalan por doquier, se están
fragmentando los ecosistemas, se están colocando barreras, a veces
infranqueables, con la excusa de la gestión cinegética de las fincas. Incluso
algunas sociedades de cazadores están sumamente preocupadas por el perjuicio
genético que se ocasiona al fragmentar tan exageradamente el monte.
-
Si nos fijamos en la cantidad de residuos que se abandonan en el monte,
no hay que más que ir a los lugares frecuentados por domingueros después de un
fin de semana; o ver dónde instalan algunos ayuntamientos nuevos vertederos sin
ningún control, y sin cumplimiento de la legislación vigente.
-
Si analizamos el paisaje, veremos que cada año aumentan los elementos
ajenos que se instalan, por ejemplo en las sierras, que son nuestros últimos
espacios naturales: tendidos eléctricos, antenas de telefonía móvil o parques
eólicos diseñados sin ningún criterio de minimización del impacto paisajístico.
Así se dan exageraciones y barbaridades como que, junto a una antigua ermita
situada en lo alto de un cerro, se instalan varias torres con antenas de telefonía
y, para mayor agravio, a cada una de ellas se le hace llegar de forma
independiente el suministro de energía eléctrica.
-
También en lo referente al paisaje, se deteriora cada año más con la
realización de “rayas”, carriles o cazaderos. Ya es imposible ver desde
lejos una sierra en estado natural, todas ellas están surcadas con innumerables
rayas que agraden la visión de las personas con un poco de sensibilidad
ambiental.
-
Incluso en los espacios de gran interés para las administraciones públicas,
el caos es absoluto. Como ejemplo, recientemente se ha dañado con un nuevo
carril el Monumento Natural de la Laguna de la Alberquilla; un nuevo carril
autorizado por el propio gobierno regional en una finca vecina.
-
Otro elemento “protegido” por este gobierno regional son las
pedrizas. También este año se han dañado tres de ellas con un nuevo carril.
-
También se “protegen” las turberas o canchales. Hoy existen menos
que hace unos pocos años, y debido a causas humanas.
-
En cuanto a los caminos públicos, se continúan cerrando ilegítimamente.
No es algo del pasado, es el presente y, desgraciadamente, el futuro.
Probablemente hoy se estará cerrando otro camino público ante la avaricia del
propietario vecino y la dejadez de las administraciones públicas. Como dato
aproximativo, en la comarca del Valle de Alcudia se estima que están cerrados
el 80 % de los caminos públicos de titularidad municipal.
-
Y para no alargar demasiado esta pequeña relación, qué no decir de las
vías pecuarias, esa importantísima red viaria, herencia de una de las culturas
más antiguas de Europa, que se encuentra en un lamentable estado de conservación.
Cada año se añaden nuevas ocupaciones del terreno de las vías pecuarias en
nuestra provincia, hasta el punto que hay que buscar con lupa alguna que se
conserve en su integridad.
Todos
estos problemas, y muchos más, son la realidad cotidiana, el día a día de
nuestra provincia. Y la administración suele mirar para otro lado en demasiados
casos, cuando no lo autoriza directamente. De hecho, muchos administradores públicos
son parte del problema, no sólo jueces en ellos. Recordemos la situación cuasi
medieval que se da en la finca de La Cotofía o en La Garganta.
En definitiva, existen muchos parecidos entre la gestión del Medio Ambiente en nuestro entorno y las “repúblicas bananeras”.
Publicado en el Diario La Tribuna, Extra de Feria de Septiembre 2004
De
Fiestas,
Celebraciones
y
Quijotes
Vicente Luchena Rodríguez
De nuevo llegan las fiestas del mes de mayo, no sólo en Puertollano, también en otras muchas localidades. Llega el buen tiempo y, con él, las celebraciones, romerías y verbenas; pero no para todo el mundo.
Por fin ha llegado la, quizá, mayor celebración en la historia de esta región: EL QUIJOTE. En esta ocasión hemos tomado la excusa de un número redondo, los 400 años de la publicación del “inmortal libro de Cervantes”. Una excusa como otra cualquiera para que se hable de esta región, no importa si luego se hace propaganda vacía, propaganda barata o divulgación de algo imposible de visitar, hay que aprovechar cualquier excusa -y esta hay que reconocer que es buena- para que los gobernantes salgan, si cabe, aún más en la pantalla.
Llevamos cuatro meses de celebración, y muchos estamos ya HARTOS de tanto Quijote que pocos han leído; HARTOS de tanto Cervantes que, nos dicen, malvivió en su tiempo; HARTOS de tanta Ruta –oficial- de Don Quijote, que es un auténtico dis-pa-ra-te; HARTOS, igualmente, de tanta agonía papal televisada, de tanto funeral, de tanta entronización, de tanta boda real, de tanta sucesión real, de tanta... TONTERÍA.
Mientras las mentes están ocupadas en tantas y tantas cosas que escapan a su control y que realmente no les afectan en absoluto; mientras las neuronas trabajan afanosamente en analizar, una y mil veces, si “su alteza real fulanito primero” se casa o se descasa, si el amor verdadero de “menganito segundo” no era su primera esposa, sino la segunda, si la tendencia sexual de “zutanito tercero” interrumpirá la dinastía monárquica en un pequeño país que pocos podrían situar en el mapa; mientras la “gente normal” debate, en bares y peluquerías, si la tonadillera de turno ha ido al país tropical a hacer turismo cultural o “a lo que van todas”; mientras el árbitro sea el culpable de que este o aquel equipo vaya como va, o que ese multimillonario jugador no pueda jugar porque está deprimido...
Mientras el universo virtual se retuerce, se analiza, se desmenuza, se investiga, mientras..., tenemos a nuestro lado situaciones que no se pueden celebrar, y que nos retrotraen a la “Edad Media”; así solemos calificar a esas realidades que nos evocan las épocas más oscuras de nuestra historia, y que deberían avergonzarnos como sociedad organizada, como sociedad moderna, como sociedad de derecho.
Estoy hablando de una familia, de una familia que vive en un lugar emblemático para nuestra historia provincial, en un lugar que, curiosamente, nuestro gobierno regional promociona para el turismo, e incita a visitarlo. Esta familia tiene poco que celebrar, a excepción de las visitas de amigos y conocidos. Esta familia es buena gente, gente humilde, y cuya mejor descripción quizá sea que son “la hospitalidad hecha carne”.
Esta familia vive en un lugar que fue citado por Miguel de Cervantes en su Rinconete y Cortadillo. Sus antepasados daban posada al viajero, y alivio al caminante. Además, se suministraban agua del cercano río Tablillas y de una fuente citada en Don Quijote de la Mancha. Viven a la orilla del histórico Camino Real de la Plata o de Toledo-Córdoba.
Esta familia, antaño, vivía en un conjunto de casas denominado alquería, con otras seis familias más. La alquería estaba situada dentro de una gran finca que la rodeaba. Jamás estas familias tuvieron un roce, un desencuentro, una enemistad con los sucesivos propietarios que tuvo la finca. La familia de la que hablo fue quedando sola, viendo como sus vecinos marchaban en busca de mejores oportunidades laborales y de vivienda.
Pero..., en 1986 llegaron los problemas; un nuevo propietario compró la finca, y entró cual elefante en cacharrería. Aprovechando el maremagno de las obras del tren AVE, que atraviesa la finca, comenzó a cerrar caminos públicos, cortar el río, desviar los cordeles, etc., etc. Aquí comenzaron también las complicaciones para la familia, habitante del emblemático lugar.
El propietario de la finca se hizo rápidamente con amigos en las administraciones públicas que le afectaban: municipales, regionales y fluviales. A partir de ahí, las irregularidades que se cometían en la finca eran todas ellas “subsanadas”, sin necesidad de llegar a “molestos” expedientes de infracción.
Volviendo a nuestra familia, desde entonces viene denunciando una situación grave de acoso por parte de sus ricos vecinos. A esta familia, entre otros muchos agravios, le fue arrebatada el agua, y se le niega el derecho a disponer de electricidad, cuando pasan los cables junto a la vivienda.
Esta familia, necesita urgentemente JUSTICIA, no favores, sino simplemente JUSTICIA; esa JUSTICIA que hasta ahora se les ha negado, utilizando sucias triquiñuelas legales, expedientes que se “pierden” en los despachos, o la “colaboración activa” de representantes públicos.
Estoy hablando de la familia Ferreiro, y de su Venta de la Inés o del Alcalde. Con agradecimiento por su hospitalidad y su amistad, y deseándoles mucho ánimo para afrontar tanta injusticia. No están solos, aunque son ellos los más perjudicados. Sus vecinos solamente son ricos en dinero y tienen la razón de la fuerza, los Ferreiro son ricos en amigos y tienen la fuerza de la razón.
Publicado en el Diario El Día, Extra de Feria de Mayo 2005
De vez en cuando...
Vicente Luchena Rodríguez
De vez en cuando se
encierra en sus pensamientos, en su habitación, en sus experiencias, y en su
mundo. Le gusta pensar..., aunque le duele pensar. No le gusta mucho el
presente, pero tiene la ingenua creencia de que se puede cambiar. Piensa que
“nada está hecho, todo se hace cada día”; y por ello entiende que todo se
podría cambiar de un día para otro. Vano esfuerzo, vano y duro cuando “el péndulo
de la sociedad” va ahora justo en la dirección contraria.
Tiene
presente que “el hombre es esclavo de lo que dice y dueño de lo que
calla”, pero aún así le gusta expresar lo que piensa, un impulso interno
le empuja a intentar que el presente cambie, a hacer cosas para que el PRESENTE
sea mejor, no solo EL FUTURO, ese futuro que nunca llega.
Le
gusta aprender de la gente que merece la pena, la gente que comprende a su
tiempo, la gente que de verdad hace avanzar a la sociedad, la gente que lucha,
la gente que muchas veces fracasa por que algo ha intentado hacer. Le gusta y
relee... de vez en cuando que “un
error significa que alguien ha intentado hacer algo”.
Pero también recuerda a Albert Einstein, pensador además de científico, que
aseveraba que “una persona inteligente resuelve los problemas, una sabia
los evita”. Este pensamiento tiene mucho que ver con su compromiso social,
y su compromiso ante su TIERRA.
En
muchas ocasiones se desespera viendo como esta sociedad organizada en la que
supuestamente vivimos, tiene poco de social y poco de organizada. Una y mil
veces se vuelven a cometer los mismos errores, esos errores que cuestan una
enorme degradación ambiental, y por ende vidas, sufrimiento, contaminación...
Piensa
que en muchos aspectos, el supuesto avance social se reduce a un mero avance
tecnológico. Avance tecnológico que no evita, sino que enmascara el mismo
sufrimiento, el mismo dolor de antaño.
Le
duele observar como muchos contemporáneos suyos siguen viviendo, por llamarlo
de alguna manera, sin agua potable, pasando hambre, sin asistencia médica, sin
la posibilidad de estudiar, sin trabajo digno, en definitiva SIN PRESENTE Y SIN
FUTURO. Le golpea las entrañas ver como millones de contemporáneos suyos, a
estas alturas de la historia, tienen como meta el poder comer cada día, o el de
sobrevivir ante tanta guerra, tanto “conflicto armado”, o tanta “guerra
preventiva”.
La inmundicia, el
hambre y la violencia siguen dominando buena parte de la ALDEA GLOBAL. El tercer
mundo sigue sufriendo la herencia del primer mundo, ya convertido aquél en
espectáculo mediático, a la par que destino de turistas y de donaciones muy
caritativas, que tratan de lavar el complejo de culpa ante tanta insolidaridad y
tanta injusticia.
Dice
un viejo proverbio árabe que “quien
no comprenda una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación”.
Cuántas miradas de súplica habrá que ver en la “ventana mediática”, cómodamente
aposentados en casa; cuántas miradas de HAMBRE; cuántas miradas pidiendo AYUDA
DE VERDAD habrá que ver hasta que todas las personas de buena voluntad digan ¡BASTA!,
y se ponga fin a esta situación, haciendo todo lo necesario para que ningún
ser humano pase hambre mientras en las sociedades opulentas se derrocha a manos
llenas.
Cierto es que cambiar esto cuesta esfuerzo, cuesta tiempo y cuesta dinero, pero... “no existen atajos para ir a cualquier sitio que merezca la pena”.
Publicado en el Diario La Tribuna, Extra de Feria de Septiembre 2005
Parque Natural y Cultural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona
Vicente Luchena Rodríguez
A
estas alturas de la historia sorprende a muchas personas de las que visitan el
Valle de Alcudia y Sierra Madrona, que esta comarca no tenga aún ninguna figura
de protección legal eficaz. Sorprende que un territorio tan rico en naturaleza
y en recursos culturales e históricos no tenga garantizado su futuro y su
conservación. También sorprende que, en la gestión diaria de este espacio, la
mayoría de la población viva ajena, de espaldas, a las posibilidades de
aprovechamiento –que no de explotación- de los numerosos recursos que ofrece
para la investigación, y también para el ocio y el turismo, es decir: a la
creación de puestos de trabajo.
En
la actualidad, el rico patrimonio de la comarca del Valle de Alcudia y Sierra
Madrona está siendo maltratado y menospreciado, no sólo por la mayoría de los
propietarios y los usuarios del mismo, sino también por la Administración Pública,
que no es capaz, o no tiene interés, en proteger de forma seria este espacio.
Esta
comarca posee unos recursos naturales que nada tienen que envidiar a otros
espacios ya catalogados como parque natural e, incluso, parque nacional; ahí
está el ejemplo cercano del Parque Nacional de Cabañeros, con una fauna, una
vegetación, y unos paisajes muy parecidos a los de este territorio.
En
cuanto a recursos culturales e históricos, ahí están los numerosos
emplazamientos de pinturas rupestres, los yacimientos arqueológicos de la
ciudad romana de Sisapo o de la fundición del puerto de Valderrepisa. Ahí están
los vestigios del pasado eruptivo con buenos ejemplos de cerros y lagunas volcánicas.
Y
qué no decir de la representación que, en esta comarca, tiene una de las
culturas más antiguas de Europa: la Trashumancia. El Valle de Alcudia tiene un
pasado muy importante a escala europea en cuanto a esa actividad ganadera;
actividad que aún pervive, aunque con bastantes dificultades.
También
el pasado minero de la comarca ha dejado algunos restos dignos de conservarse,
de estudiarse y de ser visitados. Numerosas son las antiguas minas de plomo y
plata que jalonan por doquier una actividad extractiva ya extinguida, pero que
ha marcado el paisaje de muchos rincones del valle y de la sierra.
En
resumen, tenemos una comarca rica en recursos, pero también tenemos una comarca
muy agredida, especialmente en las últimas décadas. Las agresiones vienen
principalmente de dos frentes:
En
cuanto a la ganadería, existen numerosas fincas en las que la sobreexplotación
ha llegado ya a límites muy preocupantes. El elevado número de cabezas de
ganado está generando serios problemas de deforestación.
En
lo que respecta a la caza, la gestión real y diaria de la misma está dejando
la sierras “hecha unos zorros”; proliferan los vallados, se abren carriles
por todos los rincones, se desforesta para abrir disparaderos y comederos, se
ataca a la fauna no cinegética, se cierran caminos públicos y vías pecuarias,
etc., etc., etc.
Esta
mala gestión de una comarca tan rica no sólo tiene como autores a los
propietarios particulares, sino también a ayuntamientos y al propio gobierno
regional.
Es urgente que el Valle de Alcudia y Sierra Madrona sea declarado Parque Natural. Esta declaración, por sí misma, no llevaría aparejada la solución definitiva a los problemas de la comarca, pero sí que sería una buena herramienta para protegerla de tanto vandalismo organizado. Dado que los recursos de la comarca sobrepasan el ámbito de lo meramente natural, también debería de estudiarse y regularse, en el ámbito regional, la figura de Parque Cultural, ya existente en otras comunidades.
Estas figuras de protección tendrían varios objetivos: por un lado, y prioritario a los demás, la protección eficaz de los valores naturales existentes, así como de su mejora. Por otro lado serviría de modo eficaz, siempre haciéndolo de forma sostenible, responsable y ecológica, a la creación de puestos de trabajo relacionados directamente con el parque, y con los sectores de atención a los visitantes (alojamientos, restauración, actividades, artesanía...).
Por último cabe reclamar a las instituciones, entre cuyas competencias está este asunto, que exista desde el primer momento una mayor participación social en el proceso, es decir, no como hasta ahora. Debe de haber, no sólo una pírrica aprobación final del proyecto de conservación, sino que hay que ir mucho más allá, abriendo los despachos, escuchando a la población, y trabajando en conjunto, para hacer efectiva una participación real de todos los sectores sociales implicados.
Publicado en el Anuario Puertollano 2004
Energía: ¿es necesario que seamos tan derrochadores?
Vicente Luchena Rodríguez
Si
hay algo que caracteriza a la sociedad occidental contemporánea es el derroche
de energía. Vivimos en una sociedad que sustenta su modo de vida en el uso frívolo,
abusivo y despilfarrador de diferentes tipos de energía.
Cada
año aumenta en España el consumo de electricidad, una energía necesaria para
el llamado desarrollo; sin embargo, a poco que se observe la realidad, se verá
que una cosa es el uso racional de la energía y otra muy distinta el abuso que
podemos contemplar en organismos públicos y privados, en las calles, en los
comercios, en las empresas, e incluso ya en las carreteras: ¿o no es absurdo y
despilfarrador el hecho de iluminar autovías con miles y miles de farolas,
cuando cada vehículo que transita por ellas ya lleva sus propios faros?, como
puede verse a lo largo de muchos kilómetros entre Madrid y Navacerrada, o más
cercano a nosotros, en la nueva autovía entre Daimiel y Ciudad Real, por poner
sólo un botón de muestra.
El
desarrollo es uno de los mayores tótem
de esta sociedad “moderna”, y sirve ya para justificar cualquier cosa, desde
un uso racional de la energía necesaria hasta los mayores derroches que deberían
escandalizarnos como sociedad.
Hay
que pensar que para gastar energía, previamente hay que producirla. Y la
producción de energía genera necesariamente un impacto ambiental, además de
ocasionar un fuerte deterioro del entorno de nuestro país: contaminación
atmosférica, emisión de gases que causan el efecto invernadero, lluvia ácida,
minería a cielo abierto, inundación de valles para embalses, el peligro
nuclear, etc.
En
la actualidad estamos asistiendo a un debate en el que se intenta buscar una
salida al cercano agotamiento de los recursos petrolíferos. Se habla de las
energías que podrían sustituir a este combustible fósil: las energías
renovables, el hidrógeno, la fusión nuclear, las pilas de combustible o el
alcohol. Pero…, las renovables no pueden abarcar enteramente el consumo, el
alcohol otro tanto, las pilas de combustible servirían a pequeña escala, el
hidrógeno es complicado de manejar y altamente explosivo, y la fusión nuclear
es todavía una incógnita, un experimento extremadamente caro.
Creo
que ya es hora de que esta sociedad afronte el problema con la seriedad y el
rigor que éste merece. Desde Ecologistas en Acción se lleva mucho tiempo
estudiando, trabajando y proponiendo actuaciones con el objetivo de que la
sostenibilidad y el sentido común entren en el sector energético. A nuestro
entender la producción y el consumo de energía se debe apoyar en tres
vectores: el ahorro, las energías renovables (usadas con racionalidad), y la
diversificación.
En
cuanto al ahorro, creemos que es necesario usar la energía con unas mayores
dosis de racionalidad en todos los sectores. En Ecologistas en Acción se ha
realizado un “Plan de ahorro y eficiencia en el consumo eléctrico”, que
concluye que, de aquí hasta el año 2015, se podría ahorrar un 35% de energía
sin reducir, antes al contrario, aumentar la calidad de vida de los ciudadanos.
De nuevo, como botón de muestra, algunos de los muchos ejemplos que se pueden
dar, entre otros, en el ámbito doméstico:
n
Electrodomésticos. A la hora de adquirirlos, elegir siempre que sea posible los de la
clase “A”, “A+”, o “A++”, que son los más eficientes en cuanto a
consumo de energía. En España se venden un 2’8% de electrodomésticos de
clase “A”, mientras que en Alemania es el 87%.
n
Cocina.
Existen en el mercado dos tipos básicos: eléctricas y de gas. Dentro de las eléctricas
las podemos encontrar de resistencia convencional, vitrocerámicas o de inducción.
Desde el punto de vista de eficiencia energética, las mejores son las de gas.
n
Calefacción. Las podemos encontrar eléctricas, de gasoil, de carbón o de gas. A
pesar de lo que se pueda escuchar, las eléctricas son las menos eficientes. Las
que tienen un mejor balance energético son las de gas natural.
n
Aparatos electrónicos. Aparatos tales como televisor, vídeo, DVD, ordenador, equipo de música,
etc., suelen tener un modo en espera que se visualiza con un piloto encendido.
Este sistema, a pesar de llamarse de ahorro de energía, también consume
electricidad, estimándose un consumo medio de un 15% del que emplean en el uso
normal del aparato. Sería conveniente desconectar el aparato en lugar de
dejarlo en espera; para ello en lugar de desenchufar el cable se puede conectar
a una base con interruptor que, lógicamente, se acciona cuando no se usa el
aparato.
n
Iluminación. Desde el gobierno se debería de subvencionar el cambio de bombillas
incandescentes por bombillas de bajo consumo. Y lo mejor sería instalar en los
tejados placas fotovoltaicas, sustituyendo gran parte del consumo de la red por
el de origen solar. Es curioso que Alemania, país con menos horas de insolación
que el nuestro, tenga una superficie de tejados con placas fotovoltaicas muy
superior.
n
Agua caliente. De nuevo, el sistema de calentar el agua con electricidad es el menos
eficiente de todos, siendo mucho mejor el gas natural. Mejor aún es que el
gobierno impulsara la instalación de colectores solares en los tejados,
ahorrando así hasta un 75% de la energía necesaria para calentar el agua para
ducha y cocina.
n
Precio de la electricidad.
Al igual que ocurre con el agua en algunas localidades como Puertollano, se
deberían establecer bloques de precios, para incentivar el ahorro y penalizar
el derroche.
Para
no extenderme más, igual que con los ejemplos citados para el ámbito doméstico,
también se puede ahorrar en el sector industrial, en el agrícola, servicios,
etc.
En
cuanto a las energías renovables, se debería incentivar mucho más la energía
fotovoltaica, juntamente con los colectores solares para agua caliente sanitaria
(A.C.S.). Esta incentivación, además de para instalaciones centralizadas
–como se están haciendo en la actualidad- se debe acentuar mucho más para
las instalaciones domésticas, para las que ya existe tecnología disponible en
el mercado.
Por
último, la diversificación es una asignatura pendiente para las
administraciones públicas. Se debe de estudiar en cada caso, en cada localidad,
en cada comarca o provincia, qué tipo de energía es más útil social, económica
y ecológicamente. En algunas comarcas quizá lo más interesante sería una
central mareomotriz, en otras una planta de biomasa, en otras un pequeño parque
eólico, etc. Se trata de estudiar y decidir qué solución es la mejor para
cada lugar, dejando un poco de lado las soluciones universales, que no han más
que universalizar la contaminación y la degradación ambiental.
Ya
es hora de afrontar el problema energético y actuar con sentido común.
Publicado en el Periódico Imás Información, Marzo 2006
Fundamentalistas
del capitalismo salvaje
Vicente Luchena Rodríguez
Estos
días estamos asistiendo a un nuevo empujón en el empeño de que se construya
una autopista de peaje entre Toledo y Córdoba
Es
esclarecedor el hecho de que los máximos impulsores del proyecto sean
empresarios de la CEOE. Efectivamente esta autopista de peaje a quien más
beneficiaría sería a las empresas constructoras de la misma, ya que estamos
hablando de una infraestructura INNECESARIA, innecesaria sí pero no inocua.
Autopista
innecesaria
ya que, a pesar de los mensajes lanzados por estos empresarios, se trata de una
obra que carece de justificación real. Cuando hace unos años se presentó este
mismo proyecto, el argumento que se utilizaba para fundamentar su construcción
era el evitar los atascos que se producen en Despeñaperros. Pues bien, a día
de hoy ya no se puede seguir utilizando ese argumento, porque ya han comenzado
las obras de una nueva calzada en el desfiladero para solucionar definitivamente
este problema.
Autopista
innecesaria, porque actualmente se puede hacer el recorrido Puertollano-Montoro,
hasta enlazar con la autovía de Córdoba, por una carretera recientemente
remodelada, amplia, con buen firme, con carril de subida para vehículos lentos,
y con muy poco tráfico.
Autopista
innecesaria, porque la diferencia de kilómetros de circular por la proyectada
autopista o circular por la actual autovía es prácticamente nula en un
recorrido de larga distancia. Según la Memoria oficial del proyecto, el ahorro
en Km. sería de 38 (página nº 109 de la Memoria), no de 80 como afirman
algunos empresarios.
El
proyecto es de una autopista de peaje, de las de pagar por pasar. Resulta cómico
escuchar a algún empresario de Ciudad Real pedir vehemente esta
infraestructura: “lo importante es que se haga, después hablaremos de si es
de pago o no”. Estas personas o no saben u ocultan que el diseño de la obra
varía notablemente si es de peaje o no.
El
proyecto de autopista de peaje compromete seriamente el desarrollo turístico en
el que trabaja la comarca del Valle de Alcudia y Sierra Madrona. Una autopista
genera una desbandada de cualquier tipo de negocio de turismo rural en varios
kilómetros a ambos lados de ella, dado las continuas emisiones de ruido y
contaminación atmosférica de los vehículos que por ella circulan. Cuando hay
una Mancomunidad trabajando en el desarrollo rural de los pueblos de esta
comarca, es una contradicción apostar por este tipo de infraestructura, que dañaría
gravemente los proyectos de desarrollo locales presentes y futuro.
Los
empresarios que ahora están tirando del carro serían los principales
beneficiarios del proyecto, ya que esperan engordar aún más, sus ya de por sí
llenas alforjas, con la construcción de la autopista. Estos empresarios sí que
son auténticos fundamentalistas del capitalismo salvaje, el capitalismo sin
control, que no se detiene ante nada, ni siquiera ante las propias leyes que
ellos mismos y sus políticos redactan.
Con
las leyes en la mano el proyecto de autopista de peaje, atravesando el Valle de
Alcudia y Sierra Madrona, no se puede realizar, sencillamente es ilegal, además
de destructivo desde el punto de vista no sólo ambiental sino social.
Algunos
empresarios y políticos, en un arranque de avaricia absurda, piensan que los
17.000 vehículos diarios que se espera que circulen por esa autopista, saldrán
de ella para tomar un café o comer en algún restaurante de Ciudad Real o
Puertollano.
Los
empresarios afirmaban hace unos días en un medio de comunicación que la
autopista sería rentable. Efectivamente, claro que sería rentable para los que
esperan participar en la construcción de la misma. También afirmaban que este
proyecto no va en contra de nadie, sino a favor de todos. Esta es una afirmación
completamente gratuita y desprovista de todo rigor.
El
proyecto de autopista de peaje SI va en contra de alguien. Va en contra de la
población que vive en las comarcas que atraviesa. No sólo por el impacto
ambiental de la obra, sino también por el fuerte incremento de vehículos y de
contaminación que provoca. Para los empresarios y políticos que la promueven
¿es bueno que haya 17.000 vehículos más por día que circulen por las
carreteras de nuestra comarca?, ¿a quién beneficia?. ¿No supone este
incremento de vehículos una degradación de la calidad de vida de la población?
En cuanto al impacto ambiental de la obra, es tan brutal y enorme, que hasta el propio gobierno anterior aparcó el proyecto de atravesar el Valle de Alcudia y Sierra Madrona.
Publicado en el Diario La Tribuna, Extra de Feria de Mayo 2006
El
Paisaje de Ciudad Real provincia
Vicente Luchena Rodríguez
La
mayor parte de la población de nuestra provincia asiste indiferente e
insensible a la transformación de nuestro paisaje, especialmente el paisaje en
el que se refugia lo poco que de natural nos queda: las sierras.
Esta
transformación, que ya se ha dado en otras provincias españolas, está
empezando a corroer las sierras de Ciudad Real, sin que casi nadie haga nada por
evitarlo. Muy pocas personas son conscientes del valor que tiene nuestro
paisaje, ese paisaje al que estamos tan acostumbrados a ver, pero no a observar.
Como
en tantas otras cosas, suelen ser los visitantes –además de “esos
ecologistas de siempre”- los que hacen ver a la población local el gran valor
que tiene nuestro paisaje. Y cuando ya hemos transformado tanto el resto del
territorio, cuando ya hemos arrinconado la naturaleza a aquellos lugares “que
no sirven para otra cosa”, ahora dejamos que nuestras sierras se conviertan en
polígonos industriales; que así hay que denominar a los llamados parques eólicos.
Estamos
viendo cómo una energía limpia se utiliza como pretexto para que unos cuantos
accionistas, ya de por sí multimillonarios, se enriquezcan aún más
destruyendo un bien colectivo como son las sierras.
Desde
las asociaciones ecologistas hemos sido los primeros, desde hace muchos años,
en defender las energías renovables. Hemos dado infinidad de charlas y cursos,
redactado propuestas, informes, etc., etc., en los que tratábamos de impulsar y
divulgar estas energías limpias. Pero llega este momento, en que los
“instrumentos del sistema” descubren un enorme volumen de negocio en la
energía eólica, y se ponen como locos a construir estos parques eólicos en
casi todas las sierras de España, de una forma desmedida y gigantesca.
La
eólica no es más que una herramienta para fabricar energía eléctrica. Pero
como en tantos otros campos, esta herramienta puede ser bien utilizada o puede
ser empleada de forma abusiva y destructiva. Y destructivos se pueden considerar
a los numerosísimos proyectos que hay sobre la mesa, para construir estos
parques eólicos en casi todas las sierras de Ciudad Real, como ya está
ocurriendo en otras provincias de nuestro país.
Si
no lo evitamos, pronto no habrá ningún rincón de la provincia desde el que no
se divise una sierra llena de estos aerogeneradores.
Paralelamente
seguiremos derrochando energía “a espuertas”. No es posible sacrificar
nuestras sierras sin que se ponga de inmediato en marcha un plan nacional de
ahorro y eficiencia energética. No es coherente destruir el paisaje con el
argumento de las energías limpias, mientras se permite un derroche escandaloso
en edificios públicos y privados, o se instalan miles y
miles de farolas en las autovías.
La
transformación de las sierras en polígonos industriales no puede hacerse sin
medida ni control. Recordemos que las empresas eólicas han solicitado permiso
para instalar parques eólicos en casi todas las sierras de España. Detrás de
todo esto solo hay un argumento real: el enriquecimiento de los accionistas de
las grandes empresas, que están a la caza de las subvenciones públicas.
Otro
punto importante es el aspecto legal: a pesar de haber proyectos que afectan de
forma continua a sierras enteras, se están tramitando de forma parcial para
burlar la ley de Evaluación de Impacto Ambiental. Proyectos de parques eólicos
de varios cientos de aerogeneradores en la misma sierra, y pertenecientes a la
misma empresa, se están tramitando como pequeños parques independientes. Con
este sencillo procedimiento, pero fraudulento, se consigue que no se tenga en
cuenta algo tan importante como la cantidad de aerogeneradores y la extensión
del polígono. Obviamente no es lo mismo el impacto ambiental de 30
aerogeneradores que de 300. Y esta trampa se hace con la plena complicidad de la
administración regional, que salvo muy raras excepciones, autoriza todo lo que
se solicita. Para el Gobierno Regional de Castilla-la Mancha los Estudios de
Impacto Ambiental son meros trámites administrativos.
Sirva
como “botón de muestra” el caso del “Parque eólico Salvatierra”. Este
proyecto ha salido publicado en el D.O.C.M. con la declaración positiva, a
pesar de que en la misma autorización se dan argumentos que impiden su
construcción. Este parque eólico se pretende construir en el volcán de mayor
altura del Campo de Calatrava, la Atalaya, en las cercanías de Calzada de
Calatrava. Esta zona tiene un indudable interés geológico, y además está
habitada por águilas imperiales, cuyo plan de conservación impide la
construcción de parques eólicos en sus áreas de dispersión. Es decir, se
aprueba un proyecto, a pesar de que en la propia autorización se dan argumentos
que impiden su aprobación.
Pero
además, los polígonos eólicos no sólo degradan el paisaje, también se
necesita construir una carretera (sin asfaltar pero carretera) hasta cada uno de
los aerogeneradores. Estas carreteras deben ser muy amplias, compactadas y con
las curvas con mucho radio, ya que deben pasar por ellas grúas de hasta 500
Tm., para montar cada aerogenerador. Estas carreteras se construyen en lo alto
de las sierras, sierras que hasta ese momento permanecían “olvidadas” por
el “desarrollo”.
Hay
casos como el del parque eólico de la sierra de Moral de Calatrava, en el que
se están construyendo estas carreteras por el trazado de vías pecuarias; vías
pecuarias que para diseñar la Ruta de Don Quijote, el Gobierno Regional no
permitió la construcción de un pequeño sendero, y en cambio sí permite la
construcción de una carretera hacia los aerogeneradores. También, a veces, se
permite –de forma “confusa”- la instalación de aerogeneradores en el
trazado de una cañada real, para no ocuparle terreno al dueño de la finca
aledaña, que en cambio sí recibirá la compensación económica.
Pero
éstos son sólo dos casos entre muchos. El hecho es que, si no lo remediamos,
en muy pocos años habremos dejado que los paisajes serranos de nuestra
provincia cambien radicalmente, dejando de ser las sierras que hemos conocido
desde pequeños, y pasen a ser enormes polígonos industriales.
Esos
lazos invisibles que unen a las personas con su tierra, se dejan de lado cuando
a esa tierra se le puede sacar un beneficio económico inmediato. Hay que pedir
a concejales y alcaldes, que no se dejen deslumbrar por estas grandes
corporaciones, empresas cuyo único lazo con esta tierra es exclusivamente el
rendimiento económico que pueden extraer de ella.
Nuestro
paisaje tiene un valor que va más allá de lo puramente monetario. Nuestro
paisaje es parte de nosotros, es parte de nuestra historia, de nuestras raíces,
y también de nuestro futuro. No debemos permitir que nuestras sierras, el último
reducto de naturaleza que hemos dejado en la provincia, se vean transformadas en
polígonos industriales.
Estamos
tan embrutecidos por la sociedad moderna, tan envilecidos por el deseo del
enriquecimiento rápido, nos puede tanto la avaricia, que no somos capaces de
valorar ese paisaje, esa sierra que hemos visto siempre igual desde que éramos
pequeños.
Cuando, en lugar de ver esa sierra natural, veamos una línea continua de varios miles de aerogeneradores, ya será demasiado tarde. Los accionistas de la empresa lo que verán será una caja registradora ingresando euros, pero los vecinos de esos pueblos lo que verán es un presente más feo y un futuro más alejado de sus raíces.
Publicado en el Diario Lanza, Extra de Feria de Mayo 2006
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