Nuestros amigos los escarabajos peloteros de La Mancha: principales familias y géneros

Jorge Ángel Ramos Abuín

Entomólogo

    Así como los basureros limpian las calles, existen en la naturaleza una gran serie de animales y organismos encargados, por una parte, de dejar impolutos más o menos los ecosistemas en los que se encuentran, como de permitir, a través de su trabajo, que una serie de plantas, árboles y arbustos tengan nutrientes para poner en marcha toda esa biomasa (alimento vivo) de la que dependemos los seres vivos

    Todos conocemos la labor de esos buitres leonado y negro, que, a veces se dejan ver por nuestros cielos, y que limpian de restos de grandes vertebrados la campiña manchega, pero aquí vamos a hablar de otros animalillos mucho menos aparentes, que aunque también dependen de estos vertebrados: vacas, ovejas, cabras, ciervos, etc., nos van a librar de otros de sus restos: sus excrementos.

     La importancia de estos insectos es vital e incluso ha alcanzado una importancia internacional, cuando fue necesario la importación de escarabajos peloteros para el grave problema que los excrementos de vaca generaron en Australia, al no existir en este continente ningún ser que se encargara de su limpieza, lo que ocasionaba grandes impactos en la hierba de los prados y la paulatina extinción de este alimento para el ganado.

     Afortunadamente, una legión de ayudantes del afamado orden de los coleópteros nos echa una mano en esta tarea, un tanto molesta, dicho finamente. En este orden, es decir, en el de los escarabajos, encontramos al menos dos familias implicadas o totalmente o parcialmente con numerosas especies a tal fin: los escarabeidos y los geotrúpidos, donde englobaríamos, en sentido amplio, a estos escarabajos peloteros. Debemos decir que otra familia, en este caso, de escarabajos principalmente acuáticos, también tienen representantes capaces de vivir y nutrirse en este medio tan especial, como son algunos hidrofílidos (esferidinos).

                                                                                                    

                                                                                       

Diversos tipos de dípteros (moscas y mosquitos, tanto sus larvas como los adultos) se alimentan de estos restos (y fundamentalmente ahora me estoy refiriendo a las grandes masas de excremento de vaca) y una nutrida serie de especies depreda sobre los primeros, la mosca verdeamarillenta Scatophaga stercoraria y algunos histéridos (otra familia de escarabajos, habitualmente negros, aplanados y ovalados y con manchas rojas en algunos casos). A medida que esta masa pierde humedad, aparecen otras especies, que en algunos casos pueden ser las mismas que las que limpian, a escala mucho menor que nuestros buitres, los restos de estos grandes herbívoros.

                                                                                          

                                                                             

                                                                                Scatophaga stercoraria en cópula

      Como muestra, voy a ir mencionando algunos representantes de estos escarabajos peloteros así como algunas de sus costumbres, partiendo siempre de aquellos géneros y especies que podemos observar sin demasiada dificultad por la campiña y los bosques manchegos cercanos a Puertollano.

                                                          

             Copris lunaris                                                                  Sphaeridium , un escarabajo acuático

                                                                                                               presente en los excrementos.

 

      Los más grandes de estos escarabajos pertenecen a la familia de los escarabeidos, y en concreto a los escarabeidos laparostictos (es decir, con orificios respiratorios o estigmas en una membrana unidos a las piezas abdominales*). Dos son las subfamilias  a las que nos referiremos dentro de esta gran familia, los coprinos y los afodinos. A estas dos subfamilias pertenecen la gran mayoría de los escarabajos peloteros a las que nos referiremos. El otro gran grupo, como ya hemos dicho, son la familia de los geotrúpidos.

 

* El cuerpo de los insectos, lo mismo que el de otros artrópodos (crustáceos, arácnidos, miriápodos), se compone de un esqueleto externo que, como si fuera una armadura, se encuentra dividido en piezas más o menos rígidas que se mueven entre sí gracias a membranas blandas que las unen. Las que cubren el abdomen se asemejan a anillos planos que a veces se encuentran “partidos”, habitualmente en una mitad dorsal y una ventral, unidas por estructuras membranosas flexibles que facilitan los movimientos respiratorios, estas partes dorsales y ventrales es lo que denomino piezas abdominales.

 

   Centrándonos ya en estos tres grupos de especies, tenemos que definir tres tipos de comportamiento.

   Los endocópridos son aquellas especies que se alimentan, ponen su huevos y desarrollan sus larvas en el excremento. Lógicamente, son propios de aquellos excrementos de gran tamaño, donde podemos encontrar esos otros insectos de los que hemos hablado. Suelen ser escarabajos de pequeño tamaño.

   Los paracópridos son aquellas especies que excavan galerías más o menos profundas pero justo debajo del excremento, arrastrando hasta el fondo de las mismas material que va a servir para el desarrollo de sus larvas (que no gusanos, como no dejaremos nunca

de insistir). Son insectos de mayor tamaño que los anteriores. En sus cuerpos, aparecen típicamente estructuras para cortar, amasar y manipular el excremento, además de la habilidad excavadora y moldeadora de las patas, que son robustas y, en el caso de las delanteras, armadas de dientes romos y  numerosos.

   Los telecópridos tal vez sean los escarabajos de comportamiento más complejo. En éste grupo encontramos a los típicos y característicos escarabajos peloteros, dotados de estructuras semejantes a las del grupo anterior. Se conocen en ellos comportamientos para reorientarse constantemente de manera que la bola de excremento, que se va cubriendo de una corteza arenosa a medida que se va trasladando, es llevado al sitio elegido, salvando todo tipo de obstáculos en el camino. Tal vez en este grupo estén las especies más interesantes.

  Hechos los comentarios previos, pasaremos a mencionar los géneros más identificables con algunos detalles de su biología y sus características.

Endocópridos.

   Afodinos. En este grupo tenemos las especies de menor tamaño. Como género representativo hablaremos de los Aphodius. Estos escarabajos cilíndricos y convexos son menores que una moneda de un céntimo de euro, e incluso algunas especies relacionadas tienen individuos que hasta nos cabrían dos, en longitud, en una moneda de un céntimo. Como la gran mayoría de los escarabajos estercoleros, vuela, pudiéndosele ver en esta actividad en los días soleados de primavera o verano.

 

Esquema corporal de un Aphodius y Aphodius fossor

 

Aunque hay especies de color negro, color muy frecuente en éstos coleópteros de los que hablamos, también existen especies con los élitros (es decir, el primer par de alas de los escarabajos, que se vuelven coriáceas y encierran a las segundas como un estuche), pardos, pardoamarillentos o incluso rojos. No presentan ni salientes ni cuernecillos en el tórax.

Las larvas, regordetas, recurvadas y de color blanco, son frecuentes en los grandes excrementos de vaca, como mucho literalmente bajo los mismos siendo éstos escarabajos los primeros en llegar a la boñiga de vaca. Son especies de una gran plasticidad ecológica, es decir, con pocos requerimientos, por lo que a veces son las únicas especies que podemos apreciar en entornos un tanto duros, como en alta montaña.

 

Paracópridos                           

                                  

                                            

                                                                            Onthophagus macho y hembra

 

   Onthophagus (Coprinos). En las especies de este género ya podemos observar cuernos o salientes característicos en el tórax o incluso en la cabeza (O. taurus ) que van a permitir diferenciar en muchos casos el macho (con estos salientes) de la hembra (sin ellos), aunque, en éste caso, debido al tamaño de estas especies (abarcarían la moneda del céntimo de euro, pero no más), no van a ser demasiado aparentes. Como siempre ocurre en el mundo de los insectos, una lupa de bolsillo es capaz de abrirnos a nuevos mundos.

    El color es casi siempre más o menos claro, típicamente broncíneo en la parte delantera (cabeza y tórax) y pardo más o menos claro en los élitros, y el cuerpo va a ser más redondeado que en el caso de los Aphodius, más cilíndricos y por lo tanto alargados.

    Estos coleópteros ya los podemos ver rondando excrementos de oveja, y también van a excavar galerías hacia donde los arrastran y acumulan.  

     Por vez primera, en esta relación de insectos, podemos hablar ya de un cuidado de las crías por parte de los padres. Excavan largas galerías en el fondo de las cuáles modelan una cámara oval, que rellenan de excremento, a veces con forma de dedal, y en un extremo, rodeado por un espacio hueco, dejan un huevo, cerrando la cámara a continuación. Esta cámara esta tapizada con una masa especial elaborada al regurgitar los padres algo del alimento, esta materia nutricia, particularmente esponjosa, será el primer alimento que tome la larva al nacer. El mismo tipo de producto elaborarán otras especies de los géneros Copris y Scarabeus, especies más grandes de las que más adelante hablaremos. La larva se alimentará de lo almacenado y pupará (se transformará en adulto después de convertirse en una fase inmóvil o pupa, de manera similar a la crisálida de las mariposas). Los adultos invernan y reaparecen en la primavera. También son voladores.

  Geotrupes (Geotrúpidos). Especies de mediano o gran tamaño, ligeramente menores o claramente mayores de una moneda de 50 céntimos de euro. Siempre de color negro exceptuando alguna variedad de color bronce, dorado o verde metálico (G. vernalis), aunque suelen tener reflejos azulados o violáceos sobre todo en las patas. No presentan cuernos ni excrecencias en la cabeza o tórax, y mantienen la capacidad del vuelo. Los élitros casi siempre tienen estrías, exceptuando el Geotrupes vernalis que, por aparecer apenas indicadas estas estrías o líneas de puntos, parece tener los élitros lisos.

                                                             

  Geotrupes mutator                                                                                        Geotrupes vernalis

  

    Suelen volar al atardecer, y en algunas ocasiones es posible verles aterrizar cerca del excremento. Existen especies de bosque y especies de campo abierto. Son capaces de enterrar bajo el excremento del orden de un decímetro cúbico de material, que suele adoptar la forma de una especie de morcilla. Esta cantidad es muy generosa y excede las necesidades de alimento de estos insectos. Para la cría, excavan entre el macho y la hembra una galería principal de forma diferente según las especies, y luego varias secundarias que rematan en cámaras, en las cuáles los adultos depositan una bola de excremento con un orificio en el extremo, donde se alojará un único huevo. Las galerías se cierran con barro, y del excremento almacenado la larva vivirá un año, tras lo cuál pupará y se transformará en adulto. En otros casos se elaboran almohadillas de estiércol sujetadas con arena en cuyo extremo se coloca el huevo.

   Typhoeus typhoeus (Geotrúpidos). Este escarabajo geotrúpido, es fácilmente diferenciable de los Geotrupes por que presenta dimorfismo sexual, es decir, el macho se diferencia claramente de la hembra. El color es siempre negro y el tamaño es el de una moneda de 20 céntimos de euro. Viven en suelos duros, más o menos gravosos, e incluso se han encontrado excavando en pistas forestales.

   Como hemos dicho, el macho es distinto a la hembra, y se caracteriza por presentar tres cuernos o salientes en el tórax, siendo uno central y dos laterales. La hembra en la misma zona presenta pequeños salientes o espinas laterales.

   De hecho, los cuernos y salientes tienen una misión importante a la hora de manipular y acarrear los excrementos a la galería, que suelen ser de oveja o bien de conejo. De esta manera, los cuernos valen para soportar y acarrear las “píldoras” de excremento, e incluso pincharlas si es necesario para la manipulación. Mientras el macho deshace estas “píldoras”, la hembra, en el fondo de una galería hecha por ambos que puede alcanzar metro y medio de profundidad (tal y como nos describe Fabre), las recompone haciendo capas más o menos amasadas y prensadas.

 Macho y hembra de Typhoeus typhoeus

   

 Thorectes (Geotrúpidos). Este género, formado por especies negras de mediano tamaño, más o menos como una moneda de 20 céntimos de euro o ligeramente mayores, presenta una características peculiares. En primer lugar, son ápteros, es decir, no tienen alas desarrolladas, fusionándose ambos élitros en un único estuche. Este hecho se relaciona con la incapacidad de dispersión a grandes distancias, lo que implica un proceso de especiación (es decir, de formación de especies distintas que ocupan diferentes territorios) que ha originado numerosos endemismos en el sur de Europa y Norte de África, y concretamente también en la Península Ibérica. A diferencia de las especies ya comentadas, que se encuentran en otros países europeos, como Francia, debemos decir que las especies ibéricas de Thorectes están restringidas a porciones más o menos pequeñas del territorio (varias provincias, a lo sumo) y que por lo tanto tienen un mayor valor en lo que se refiere a la biodiversidad. Recordaremos que un endemismo es una especie restringida a un territorio concreto y que la Península Ibérica es rica en endemismos entre los insectos, y bastante pobre, dicho sea de paso, y, en comparación, en endemismos entre las aves y los mamíferos. Pero ésta es ya otra cuestión.

  Actualmente este género se ha dividido en tres: Jekelius, Silphotrupes y Thorectes. Se alimentan de excrementos de conejo, oveja y cabra.

 

                       

 Thorectes buscando alimento                                             

Telecópridos

   En este grupo encontramos los genuinos escarabajos peloteros, capaces de transportar a cierta distancia su esfera de excremento para enterrarla después en un lugar adecuado. Estas especies dieron lugar al mito del escarabajo sagrado de los egipcios. Son especies de mediano a gran tamaño.

   Scarabeus (Coprinos). Este género le ha dado nombre a la familia y finalmente al nombre vulgar de escarabajo. En éste género y el siguiente encontramos especies con la cabeza transformada en una pala que permite cortar y empujar el excremento.

                       

     Cabeza de Scarabeus                     Scarabeus sacer según una ilustración de J. H. Fabre

Las especies son negras y presentan fuertes estrías en los élitros. Scarabeus laticollis es una especie abundante en Sierra Madrona, reconocible por la muy fuerte estriación de sus élitros. También es frecuente el Scarabeus sacer, especie también norteafricana y que originó el mito. Scarabeus laticollis se alimenta fundamentalmente de excrementos de oveja, aunque también de vaca y caballo. En terrenos arenosos, su actividad se centra en las primeras horas de las mañanas de marzo a mayo. En la nidificación cooperan ambos sexos, existiendo un cuidado de las crías de gran complejidad.

    Es en estas especies donde se ha descrito el típico comportamiento de elaboración y arrastre de esas bolas de excremento que ha dado el nombre al grupo. Especialmente reveladores, para ésta y otras especies, han sido los trabajos y estudios del eminente entomólogo francés Jean Henry Fabre, donde se describen extensamente estos comportamientos. Al parecer, la forma esférica garantiza acumular una cantidad notable de material ofreciendo la menor superficie que, no lo olvidemos, es por donde el material va a perder agua y desecarse, lo que implicaría que el alimento se haría incomestible, provocando en su caso la muerte de la larva por inanición. De hecho, la elaboración de una corteza dura, gracias a la compresión de las patas delanteras del escarabajo y del posterior rebozado con arena o tierra, va en la línea de retener la humedad del interior de la bola.

   La velocidad en la alimentación de este insecto es también notable, pues una masa algo menor que un puño era consumida y digerida a lo largo de una noche, según Fabre.

   Son curiosos también los comportamientos de robo por parte de otros congéneres, y la defensa de la propiedad por parte del insecto que ha elaborado la pelota. También es interesante la capacidad para reelaborar la bola si esta ha de ser rota por engancharse en una rama o espina, como ha descrito y grabado el Doctor Lumaret, notable entomólogo francés contemporáneo y uno de los mayores especialistas en el grupo.

   Copris (Coprinos). Este género presenta dos especies características, el Copris lunaris y el Copris hispanus. Tal vez sean las especies más notables y grandes del grupo, pues en el macho la cabeza se encuentra adornada por un gran cuerno curvado hacia atrás. En el caso del Copris lunaris, en el tórax aparecen dos excrecencias laterales un tanto puntiagudas, y en el C. hispanus, una especie de escalón o talud cóncavo.

Copris lunaris macho y hembra

 

   Se alimentan de excrementos de grandes herbívoros, enterrándolos en galerías de 15 a 30 centímetros de longitud. Volador también, es visible en los meses de primavera y verano. También se encuentra en Francia.

 

    Bueno, como repaso de los principales géneros y especies de escarabajos coprófagos creo que no ha estado mal. El por qué existe tanta diversidad de comportamientos en unas especies que se alimentan de lo mismo viene explicado como un método de evitar la competencia, de tal manera que cada género posee un nicho ecológico distinto, lo que ha creado una gran diversidad de formas de trabajar este nutriente tan particular como es el excremento de nuestros herbívoros.

    Y como despedida y colofón, a manera de síntesis, colocaremos de manera proporcional los aspectos de los principales géneros que hemos comentado, para ayudar a diferenciarlos por su aspecto y tamaño.

          

              Copris               Typhoeus typhoeus      Geotrupes    Onthophagus  Aphodius       Scarabeus

 

    Espero que os sirva de algo, y que, ayudados por la comprensión de su papel en nuestras campiñas y bosques, los tratéis con respeto cuando se nos crucen en el camino.

 

                                                                                             Jorge Angel Ramos Abuín

                                                                                             Grupo Naturalista Hábitat


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