Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.
Mahatma Gandhi
Israel rechaza la pausa de 72 horas reclamada por la ONU para el envío de ayuda humanitaria. (29 Julio 2006) |
www.rebelion.org 29-julio-2006 ¿Hasta cuándo?
Eduardo Galeano
Un país bombardea dos países. La impunidad
podría resultar asombrosa si no fuera costumbre. Algunas
tímidas protestas dicen que hubo errores. ¿Hasta cuándo los
horrores se seguirán llamando errores?
Esta carnicería de civiles se desató a partir del secuestro de un soldado. ¿Hasta cuándo el secuestro de un soldado israelí podrá justificar el secuestro de la soberanía palestina? ¿Hasta cuándo el secuestro de dos soldados israelíes podrá justificar el secuestro del Líbano entero? La cacería de judíos fue, durante siglos, el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa. ¿Hasta cuándo seguirán los palestinos y otros árabes pagando crímenes que no cometieron? Hezbollá no existía cuando Israel arrasó el Líbano en sus invasiones anteriores. ¿Hasta cuándo nos seguiremos creyendo el cuento del agresor agredido, que practica el terrorismo porque tiene derecho a defenderse del terrorismo? Iraq, Afganistán, Palestina, Líbano… ¿Hasta cuándo se podrá seguir exterminando países impunemente? Las torturas de Abu Ghraib, que han despertado cierto malestar universal, no tienen nada de nuevo para nosotros, los latinoamericanos. Nuestros militares aprendieron esas técnicas de interrogatorio en la Escuela de las Américas, que ahora perdió el nombre pero no las mañas. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que la tortura se siga legitimando, como hizo la Corte Suprema de Israel, en nombre de la legítima defensa de la patria? Israel ha desoído cuarenta y seis recomendaciones de la Asamblea General y de otros organismos de las Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo el gobierno israelí seguirá ejerciendo el privilegio de ser sordo? Las Naciones Unidas recomiendan pero no deciden. Cuando deciden, la Casa Blanca impide que decidan, porque tiene derecho de veto. La Casa Blanca ha vetado, en el Consejo de Seguridad, cuarenta resoluciones que condenaban a Israel. ¿Hasta cuándo las Naciones Unidas seguirán actuando como si fueran otro nombre de los EE.UU.? Desde que los palestinos fueron desalojados de sus casas y despojados de sus tierras, mucha sangre ha corrido. ¿Hasta cuándo seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega? La historia se repite, día tras día, año tras año, y un israelí muere por cada diez árabes que mueren. ¿Hasta cuándo seguirá valiendo diez veces más la vida de cada israelí? En proporción a la población, los cincuenta mil civiles, en su mayoría mujeres y niños, muertos en Iraq, equivalen a ochocientos mil estadounidenses. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando, como si fuera costumbre, la matanza de iraquíes, en una guerra ciega que ha olvidado sus pretextos? ¿Hasta cuándo seguirá siendo normal que los vivos y los muertos sean de primera, segunda, tercera o cuarta categoría? Irán está desarrollando la energía nuclear. ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo que eso basta para probar que un país es un peligro para la humanidad? A la llamada comunidad internacional no la angustia para nada el hecho de que Israel tenga doscientas cincuenta bombas atómicas, aunque es un país que vive al borde de un ataque de nervios. ¿Quién maneja el peligrosímetro universal? ¿Habrá sido Irán el país que arrojó las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki? En la era de la globalización, el derecho de presión puede más que el derecho de expresión. Para justificar la ilegal ocupación de tierras palestinas, la guerra se llama paz. Los israelíes son patriotas y los palestinos son terroristas, y los terroristas siembran la alarma universal. ¿Hasta cuándo los medios de comunicación seguirán siendo miedos de comunicación? Esta matanza de ahora, que no es la primera ni será, me temo, la última, ¿ocurre en silencio? ¿Está mudo el mundo? ¿Hasta cuándo seguirán sonando en campana de palo las voces de la indignación? Estos bombardeos matan niños: más de un tercio de las víctimas, no menos de la mitad. Quienes se atreven a denunciarlo son acusados de antisemitismo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo antisemitas los críticos de los crímenes del terrorismo de estado? ¿Hasta cuándo aceptaremos esa extorsión? ¿Son antisemitas los judíos horrorizados por lo que se hace en su nombre? ¿Son antisemitas los árabes, tan semitas como los judíos? ¿Acaso no hay voces árabes que defienden la patria palestina y repudian el manicomio fundamentalista? Los terroristas se parecen entre sí: los terroristas de estado, respetables hombres de gobierno, y los terroristas privados, que son locos sueltos o locos organizados desde los tiempos de la guerra fría contra el totalitarismo comunista. Y todos actúan en nombre de Dios, así se llame Dios o Alá o Jehová. ¿Hasta cuándo seguiremos ignorando que todos los terrorismos desprecian la vida humana y que todos se alimentan mutuamente? ¿No es evidente que en esta guerra entre Israel y Hezbollá son civiles, libaneses, palestinos, israelíes, quienes ponen los muertos? ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y de Iraq y las invasiones de Gaza y del Líbano son incubadoras del odio, que fabrican fanáticos en serie? Somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo. Destinamos dos mil quinientos millones de dólares, cada día, a los gastos militares. La miseria y la guerra son hijas del mismo papá: como algunos dioses crueles, come a los vivos y a los muertos. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo posible? http://www.lajiribilla.cu/2006/n273_07/273_15.html |
www.rebelion.org 30-julio-2006
¿Qué es exactamente lo que se está defendiendo? ¿A los
ciudadanos israelíes o la naturaleza del estado de
Israel?
¿Quiénes son los verdaderos terroristas en
Oriente Próximo?
Oren Ben-Dor
The Independent
Mientras asesina a sus ciudadanos, Israel
una vez más causa muerte y destrucción al Líbano y trata
de hacernos creer que este horror es necesario para
defenderse. Ciertamente, el observador casual podría
considerar que los ataques con cohetes a ciudades
israelíes como Haifa y mi pueblo natal, Nahariya,
justifican esta percepción.
Los estados deben defender a sus ciudadanos y aquellos que no cumplan
esta obligación deben ser cuestionados y, de ser
necesario, reconfigurados. Israel es un estado que en
lugar de defender a sus ciudadanos los pone a todos,
judíos y no judíos, en peligro. ¿Qué es exactamente lo que se está defendiendo con la
violencia en Gaza y el Líbano? ¿A los ciudadanos
israelíes o la naturaleza del estado de Israel? Me
parece que lo segundo. La condición de estado de Israel
se basa en una ideología injusta que produce indignidad
y sufrimiento a aquellos que son catalogados como no
judíos por razones étnicas o religiosas. Para esconder
esta inmoralidad esencial, Israel fomenta una imagen de
víctima. Una de las características principales de la
mentalidad de víctima es provocar, de manera consciente
o inconsciente, violencia de la que debe defenderse. Al
perpetuar este ciclo trágico, Israel se ha convertido en
un estado terrorista sin parangón. Muchos de quienes desean esconder la inmoralidad del
estado de Israel lo hacen tratando de que la atención se
concentre en los horrores de la ocupación posterior a
1967 y hablando de la solución de los dos estados, pues
apoyar la existencia de un estado palestino apoya
implícitamente la ideología que está detrás de un estado
judío. La creación misma de Israel necesitó de un acto de
terror. En 1948, la mayoría del pueblo no judío que
vivía en la parte de Palestina que se convirtió en
Israel fue objeto de una limpieza étnica. Esta acción
fue cuidadosamente planificada y sin ella no habría sido
posible un estado de carácter judío, con una población
mayoritariamente judía. Desde 1948, los “árabes
israelíes”, aquellos palestinos que han evitado la
expulsión, han sido discriminados de manera continua.
Muchos han sido desplazados internamente, por supuestas
“razones de seguridad”, pero realmente para que sus
tierras pasen a manos judías. ¿Les parece que la memoria del Holocausto y el anhelo
por Eretz Israel son suficientes para justificar la
limpieza étnica y la etnocracia? Para evitar la
desestabilización que resultaría de una indagación
ética, el estado de Israel debe esconder el problema
fundamental, alimentando la mentalidad de víctima entre
los judíos israelíes. A fin de sostener esa mentalidad y preservar la
impresión de ser víctima ante los extranjeros, Israel
debe crear las condiciones necesarias para la violencia.
Cuando la posibilidad de violencia en su contra
disminuye, Israel debe hacer todo lo posible para
hacerla crecer: el mito de que es una víctima en busca
de la paz que “no tiene socio para la paz”, es parte
fundamental de la máscara tras la que Israel esconde su
intrínseca y continua inmoralidad. La exitosa compaña de Israel por silenciar las
críticas contra el destierro continuo de palestinos no
les deja a estos más opción que recurrir a la
resistencia violenta. Como resultado de la elección de
Hamás –el único partido que, en opinión de los
palestinos, hasta ahora no los ha abandonado- Israel
sometió a la población palestina de Gaza y Cisjordania a
una campaña de hambre, humillación y violencia. El hipócrita “retiro” de Gaza y el posterior bloqueo,
dieron pie a una escalada de violencia que, hasta los
momentos, ha ocasionado el disparo de cohetes Kasem y la
captura de un soldado israelí por los palestinos y lo
que podría llamarse nueva ocupación de Gaza por Israel.
Lo que vemos es más odio y más violencia de parte de los
palestinos, más humillación y castigos colectivos de
parte de los israelíes, todo muy útil para reforzar la
mentalidad de víctima de los israelíes y el estatus de
vaca sagrada del carácter de estado de Israel. La verdad es que nunca hubo forma de realizar la
partición de Palestina a través de medios éticamente
aceptables. Israel se creó a través del terror y
necesita terror para tapar su inmoralidad esencial. Cada
vez que hay un asomo de estabilidad, el estado ordena un
asesinato selectivo, como el ocurrido en Sidón antes de
la crisis actual en el Líbano, sabiendo que ello no trae
seguridad sino más violencia. El unilateralismo de
Israel y el ciclo de la violencia se alimentan el uno al
otro. En medio de la violencia y a pesar del discurso
convencional que esconde el origen de esta violencia, la
realidad nos exige pensar. Mientras más silenciemos su
voz, más violentamente hablará la realidad. El autor es profesor del filosofía del derecho y
filosofía política en la Universidad de Southampton.
okbendor@yahho.com Publicado originalmente en:
http://comment.independent.co
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www.rebelion.org 31-julio-2006
La localidad de Qana, en el sur de
Líbano, sufre la peor matanza desde el comienzo de la
guerra
Israel asesina a 57 civiles, la mayoría
de ellos niños
Agencias
Cincuenta y siete personas, en su inmensa
mayoría niños, mujeres y ancianos, murieron en el ataque
aéreo perpetrado esta pasada noche por la aviación
israelí en la localidad libanesa de Qana. Se trata de la
peor matanza desde que comenzó la ofensiva israelí
contra las milicias chiíes libanesas de Hezbolá, que se
está llevando por delante vidas e infraestructuras
civiles en Líbano. El Ejército israelí justificó el
ataque alegando que desde Qana se han lanzado numerosos
cohetes contra territorio de Israel, lo cual ha sido
negado categóricamente por el Gobierno libanés. Hezbolá
ha asegurado que "la carnicería de Qana no quedará sin
respuesta".
Como consecuencia de la matanza, el primer ministro libanés, Fuad Siniora, ha pedido al secretario general de la ONU, Kofi Annan, la celebración de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad y ha declarado que en estos momentos sólo cabe negociar "un alto el fuego inmediato e incondicional" y "una investigación internacional sobre las masacres israelíes en Líbano". Por su parte, el presidente libanés, Emile Lahoud, se preguntó si la comunidad internacional va a permitir que Israel convierta a Líbano "en una nueva edición de Kosovo". Los aviones israelíes bombardearon Qana --en las colinas situadas al este de la ciudad portuaria de Tiro (sur)-- hacia la una de la madrugada (medianoche en España), y destruyeron varias viviendas ocupadas por vecinos de la localidad que estaban durmiendo. Un edificio de tres plantas fue alcanzado directamente en el extrarradio residencial de la aldea. Fuentes oficiales de defensa informaron de la muerte de más de 50 civiles que se habían refugiado en el edificio y un responsable civil de defensa presente en el terreno, Abu Shadi Jradi, anunció el hallazgo de los cadáveres de al menos 27 niños. Un reportero de The Associated Press ha constatado los restos mortales de niños, ancianos y mujeres. No ha aparecido en las ruinas del edificio ningún tipo de armamento. Un voluntario de la Cruz Roja dijo a dpa: "Puedo decir que es una masacre. La mayoría de las víctimas huía de las bombas israelíes en otras áreas del sur de Líbano" Tras conocerse la tragedia, medio millar de personas asaltaron la sede de la ONU en Beirut y quemaron banderas estadounidenses y de Naciones Unidas. Los manifestantes, que ya han sido disperasados, pudieron superar la barrera policial, forzar las ventanas y entrar en el edificio, mientras cantaban lemas contra Israel y Estados Unidos y acusaban a los Gobiernos árabes de no hacer lo suficiente para poner freno a los ataques israelíes. El jefe de gobierno de Líbano, Fuad Siniora, compareció ante las cámaras de televisión visiblemente enojado y calificó el ataque de "crimen de guerra". Señaló además que ante la masacre de la población no hay espacio para las conversaciones y volvió a pedir un alto el fuego sin condiciones. Pero el primer ministro israelí, Ehud Olmert, aseguró que su gobierno aprobará un alto el fuego en el conflicto de Líbano cuando Hizbollah haya cumplido con las condiciones para ello. "Israel no tiene prisa por alcanzar un alto el fuego antes de conseguir los principales objetivos que nos hemos propuesto. Entre ellos figuran avances en el proceso diplomático y los preparativos para una tropa multinacional", dijo Olmert al inicio de la reunión semanal de su gabinete en Jerusalén. Un portavoz del Ejército israelí sostuvo en Tel Aviv que el ataque fue una reacción a ataques con misiles por parte de la milicia de Hizbollah. El portavoz sin embargo no quiso explicar la razón concreta del ataque contra el edificio. Manifestación popular en Beirut Tras el devastador ataque aéreo israelí, cientos de manifestantes enojados asaltaron la sede de la misión de Naciones Unidas (ONU) en Beirut. La gente, que protestaba así contra el baño de sangre, destrozó ventanales y ascensores. Se escuchaba "Alá u akbar" (Dios es grande) y "¡Dios bendiga a nuestro líder Nasrallah!", en referencia del líder de la milicia radical islámica de Hizbollah, el jeque Hassan Nasrallah. No es la primera vez En abril de 1996, más de cien civiles libaneses murieron en esta misma localidad en un ataque de la artillería israelí contra una base de la ONU. Los civiles se habían refugiado en las instalaciones de Naciones Unidas para escapar de los bombardeos israelíes. EE.UU veta una petición de tregua en la ONU El Consejo de Seguridad de Naciones Unidos ha emitido un comunicado en el que manifiesta su "extrema conmoción y dolor" por la muerte de al menos 56 civiles en un ataque aéreo del Ejército israelí en la localidad libanesa de Qana, pero sin condenar la acción de Israel. La declaración de la ONU subraya la necesidad de poner fin a la violencia pero no pide una tregua inmediata a Israel, como había solicitado el Secretario General de Naciones Unidas Kofi Annan, y a la que se opone Estados Unidos. Los quince países que integran este órgano tan sólo han podido acordar y emitir una tibia declaración presidencial en la que se expresa la "conmoción y disgusto" por el ataque de las fuerzas israelíes a un complejo residencial en Qana, en el que murieron más de 54 personas, entre ellos 37 niños. Sin mencionar a Israel, el Consejo "deploró firmemente la pérdida de vidas inocentes y la muerte de todos los civiles en el actual conflicto" y ha pedido al Secretario General, kofi Annan, que "informe en una semana sobre las circunstancias de este trágico incidente".
España A través de una nota emitida por la Dirección General de Comunicación Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Gobierno español expresó su "más profunda consternación y condena" por el bombardeo y transmitió "su profundo pesar y dolor" a las familias de las víctimas y al Gobierno del Líbano. Por su parte, el portavoz parlamentario del PSOE, Diego López Garrido, consideró que el derecho de Israel a la "legítima defensa" no justifica la muerte de civiles inocentes, en un bombardeo "brutal", "indiscriminado" y "desproporcionado" de la aviación israelí sobre el Líbano. Estados Unidos La secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, dijo desde Jerusalén estar "profundamente entristecida por la pérdida terrible de vidas" y dijo a Israel que debe actuar con más cuidado, informó la radio pública israelí. "Queremos un alto el fuego lo antes posible, estamos esforzándonos con urgencia para hacer cesar las hostilidades, pero los puntos de vista de las partes sobre cómo llegar a ello son diferentes", aseguró. Francia El presidente francés, Jacques Chirac, condenó el bombardeo israelí y pidió a su ministro de Sanidad, Xavier Bertrand, que viaje a Beirut para "para aportar una ayuda humanitaria de urgencia". "Francia condena esta acción injustificable que muestra más que nunca la necesidad de llegar a un alto el fuego inmediato sin el que no pueden más que repetirse otros dramas", señaló Chirac en un comunicado. Comisión Europea La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, calificó de "injustificable" el bombardeo e insistió en la necesidad de un "inmediato cese de la violencia y las hostilidades". Liga Árabe El secretario general, el egipcio Amro Musa, calificó el ataque de "agresión salvaje" y pidió el inicio de una "investigación internacional sobre la matanza y todos los crímenes de guerra cometidos por Israel en el Líbano, especialmente los que tuvieron como blanco a los civiles". "Los ataques contra los civiles y las infraestructuras del Líbano son una prueba de las intenciones agresivas de Israel que no respeta sus obligaciones conforme a las leyes internacionales", dijo Musa, quien pidió que el Consejo de Seguridad de la ONU "asuma sus responsabilidades y presione a Israel para que ponga fin inmediatamente a sus operaciones" en el Líbano. Egipto El presidente egipcio, Hosni Mubarak, calificó de "irresponsable" el bombardeo y llamó de nuevo a un inmediato alto el fuego. Jordania Abdalá II de Jordania emitió la siguiente nota: "El rey condena enérgicamente el feo crimen cometido por el Ejército israelí que mató a muchos civiles libaneses, en su mayoría niños y mujeres". El soberano insta además a la comunidad internacional a que "asuma sus responsabilidades y anuncie un inmediato alto el fuego". Argelia Un portavoz gubernamental denunció el bombardeo como "un acto de criminales de guerra", y señaló que Argelia apoya totalmente la posición del Gobierno y el pueblo libanés. Benedicto XVI El Papa hizo un llamamiento a "todos los responsables de la espiral de violencia" en Oriente Próximo para que dejen las armas, al tiempo que instó a los gobernantes y a las instituciones internacionales a "no ahorrar esfuerzos" para lograr el "necesario" cese de las hostilidades. La "cada vez más grave y trágica" situación en Oriente Medio muestra "que no se puede crear un nuevo orden y edificar una paz auténtica cuando se recurre al instrumento de la violencia", dijo el Papa ante miles de peregrinos desde su residencia estival de Castel Gandolfo. |
www.rebelion.org 31-julio-2006
Amedrentar la población civil
Israel usa tácticas nazis contra el
islam
Lisandro Otero
Los bárbaros bombardeos de Israel
contra el Líbano han suscitado un repudio mundial. A
muchos les recuerda las tácticas nazis de exterminio
de la población civil con fines psicológicos.
El objetivo principal de una guerra es destruir la capacidad defensiva del enemigo y anular su voluntad de triunfo. Pero está demostrado que el bombardeo aéreo no es el mejor instrumento para alcanzar esos fines. Alemania fue virtualmente hecha polvo durante la Segunda Guerra Mundial y el daño psicológico causado no fue el esperado. Ciudades como Coventry en Inglaterra, Rotterdam en Holanda y Dresde en Alemania fueron totalmente destruidas y no se logró aplastar el espíritu combativo de sus habitantes. El nuevo concepto de guerra, desde 1940, establece que hay que combatir más allá de las líneas del frente, aniquilar almacenes, carreteras, vías férreas, industrias de guerra y líneas de abastecimiento. Durante la Segunda Guerra Mundial las técnicas de bombardeo consistían en alfombrar vastos territorios de explosivos que estallaban indiscriminadamente. Este tipo de agresión dejó al final de la guerra, solamente en Europa, cuatro mil millones cúbicos de escombros. Ahora se trata de atinar un blanco específico con misiles teledirigidos desde satélites. Desde los tiempos de escudos y armaduras, lanzas y arqueros, las técnicas de guerra han avanzado hasta el arma definitiva, el artefacto de fisión nuclear. En la explosión de Hiroshima murieron 78 mil personas y en Nagasaki 39 mil. Sin embargo el bombardeo aéreo de Dresde dejó 135 mil cadáveres, ─muchos más que las dos bombas atómicas arrojadas sobre el Japón─, y el 80 % de la ciudad quedó destruida, efectos muchos más devastadores. En la Guerra Civil de España los alemanes ensayaron los bombardeos en picada con sus Stuka, técnica que luego aplicaron en su Blitzkrieg o guerra relámpago. Los Stukas estaban dotados de sirenas que los pilotos conectaban al iniciar el ataque en picada. Las bombas estaban, también, provistas de silbatos. El efecto de aquellos chiflidos mortales era aterrador. Pero al final se impusieron las mirillas telescópicas que demostraron ser sumamente ineficaces. Más del veinte por ciento de las bombas cayeron muy distantes de sus objetivos. El 26 de abril de 1937 bombarderos Junkers y Heinkels facilitados a los fascistas de Franco por la Alemania nazi, pertenecientes a la Legión Cóndor, atacaron con bombas explosivas e incendiarias, durante tres horas, a la ciudad vasca de Guernica destruyéndola completamente. El ataque causó 1,645 muertes y 889 heridos. La ciudad no era un objetivo de guerra, estaba muy alejada del frente y la fábrica de armas, situada en las afueras, quedó intacta. Se trataba de un ensayo de cierto tipo de bombardeos masivos que los nazis desplegarían más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, para aterrorizar a la población civil. La masacre contra una ciudad abierta e indefensa creó un escándalo mundial. En Japón los norteamericanos bombardearon Tokio por primera vez el 18 de abril de 1942 con un grupo de combate liderado por el comandante James Doolitle. Dieciséis aviones B-25 despegaron del portaviones Hornet y el ataque fue considerado un castigo por el artero ataque de Pearl Harbor. Sesenta y siete ciudades japoneses fueron sometidas a bombardeos con bombas incendiarias durante la guerra en el Pacífico. La agresión contra Tokio de febrero de 1945 dejó cien mil muertos. El comando americano estimó que el diez por ciento de las bombas solamente atinaban contra sus blancos. Los misiles que fueron empleados por primera vez en la guerra contra Irak no son tan eficientes como en un inicio parecieron ser. Los Tomahawk han demostrado que pueden ser imprecisos y los aviones Stealth, pretendidamente invisibles de los alcances del radar, han sido derribados. Los civiles ajenos al conflicto siguen muriendo y las técnicas de guerra, a fin de cuentas, no han avanzado mucho más allá del garrote y la piedra. Pero ni los bombardeos contra Alemania ni los usados contra el Japón, pese a su alto poder destructivo, lograron amilanar a la población ni mermar el espíritu de lucha. La prueba es que cuando cayeron las bombas de Hiroshima y Nahasaki el alto mando nipón estaba decidido a seguir combatiendo hasta el último hombre. El inmenso costo en vidas para el Ejercito Rojo, durante la toma de Berlín, es un indicador de que los alemanes no habían retrocedido ni un átomo en su voluntad combativa. O sea que los bombardeos de la población civil no son un atenuante del espíritu de resistencia de los pueblos. Israel sigue las enseñanzas de Hitler y obtendrá los mismos nulos resultados. Los palestinos no retrocederán en su voluntad de conquistar un territorio nacional. |
31-julio-2006
Contra los homicidios y
ecocidios de Israel en Oriente Próximo Por
Antiglobalización, Ecologistas en Acción Ecologistas en Acción muestra su más absoluta repulsa por las acciones homicidas y ecocidas de Israel en Líbano y Palestina. Al asesinato de cientos de personas se suma la destrucción de infraestructura y el desastre ambiental causado por el ejército israelí. Acciones que no tienen ningún atenuante ni justificación posible. No creemos en la Ley del Talión y, mucho menos, en la Ley del Talión elevada a la enésima potencia. No podemos entender como un pueblo que ha sufrido a lo largo de la historia la persecución y el exterminio no ha sacado más aprendizaje que el reproducir esas conductas de manera casi mimética. Denunciamos el uso de la violencia en todos los casos. Pero eso no nos impide distinguir entre la violencia del agresor y del agredido, del invasor y del invadido, del verdugo y de la víctima. El conflicto de Oriente Próximo es extremadamente complejo, entendemos que en él juegan un papel básico agentes internos y externos, geopolíticos y emocionales, y que, como en todo conflicto, todas las partes tienen responsabilidad en el mismo. Pero no todas por igual, no. Las agresiones que está realizando Israel, que también sirven a intereses de Estados Unidos y, en menor medida, de la Unión Europea, son absolutamente injustificables. Es difícil imaginar un camino que lleve a un destino más diametralmente opuesto a la paz que el que está eligiendo Israel, con el apoyo explícito de Estados Unidos. Si en algún momento la barbarie humana nos puede llenar de desesperanza por el futuro de este planeta es cuando vemos a la mayoría del pueblo israelí jalear la destrucción de sus congéneres y de la tierra que habitan. Consideramos que en el devenir de Oriente Próximo está puesta una parte importante del futuro de la humanidad y, por lo tanto, hacemos un llamamiento a la ciudadanía a que no sea falsamente neutra, a que no gire la cara y diga que no le afecta. A que se implique en una regulación pacífica del conflicto de Oriente Próximo y luche activamente por un mundo en paz, justo y sostenible. ¡SÍ SE PUEDE! |
www.rebelion.org 1-agosto-2006
Alberto Piris
La Estrella Digital
En una anterior columna aludí a las prácticas terroristas de Israel en Gaza, a causa del secuestro de un soldado, lo que provocó el castigo colectivo de la población palestina de la franja, castigo que aún perdura, empalidecido ante la ferocidad del nuevo episodio de esta tragedia, que ahora se abate sobre territorio libanés. Al hacerlo así, me sentí respaldado por una buena parte de la opinión pública israelí, como la expresada en el diario "Haaretz". No fue tan fácil encontrar después críticas israelíes a los ataques contra el Líbano, tras la inicial provocación de Hizbolá, aunque después de la reciente masacre en Caná (Qana: la de la boda bíblica) se vuelve a escuchar el orteguiano "no es eso, no es eso", vertido en voces hebreas. Es inevitable una sensación de horror ante la impunidad con la que Israel desintegra a este sufrido país, bajo la mirada de su aliado estadounidense. Pero cuando se alcanza el cenit de la consternación es al saber que el primer ministro, Olmert, había decidido que la población que permaneciese en los territorios del sur de Líbano, tras el ultimátum para abandonar sus viviendas, sería considerada terrorista y perecería bajo las ruinas de lo arrasado, como la treintena de niños exterminados anteayer en Caná. Un ministro ultra ortodoxo se había explicado así: "No entraremos en las aldeas donde se esconden los terroristas de Hizbolá hasta que no las hayamos convertido en un cajón de arena". Cajón de arena en el que ahora jugarán los espíritus de las infantiles víctimas allí aniquiladas. Así como Bush decidió considerar terroristas peligrosos a todos los apresados en Afganistán y someterlos a la ignominia guantanamera (como describe el encomiable filme "El camino a Guantánamo", del británico Winterbottom), el dirigente democráticamente elegido por un pueblo que se dice legatario del que sufrió la brutalidad nazi, aplica ahora en el Líbano, a los palestinos allí emigrados y a los libaneses nativos, métodos de similar crueldad a los que la Alemania nazi usó en ciertos territorios invadidos por sus ejércitos: los habitados por "infrahombres", judíos y eslavos, según la jerga racista de Goebbels. La discusión que tuvo lugar la semana pasada en el seno del gobierno israelí, sobre cómo destruir a Hizbolá, se saldó apoyando la táctica de la tierra quemada. Ésta se desarrolla en dos etapas: primero, se conmina a la población a emigrar; después, se arrasan los poblados con cañones y bombarderos. Un inciso, para reproducir las palabras que se oyeron en la fracasada conferencia de Roma, incapaz de imponer el alto el fuego que la mayoría deseaba. Habló el primer ministro libanés: "¿Vale menos la vida humana en Líbano que la de los ciudadanos de otro lugar? ¿Somos hijos de un dios menor? ¿Vale más una lágrima israelí que una gota de sangre libanesa?". El contrapunto a este desahogo emocional lo puso la frialdad de la implacable Sra. Rice, expresando el punto de vista del gobierno de Bush: "No es bueno para nadie dar falsas esperanzas de algo (el alto el fuego) que no va a ocurrir. No va a ocurrir. Dije al grupo (de participantes en la conferencia): ¿Cuándo aprenderemos? Los campos de Oriente Medio están sucios con la basura de tantos alto el fuego destrozados". Y también con la basura —podría añadirse— de tanta hipocresía como la que Occidente, y en lugar destacado EEUU, viene mostrando allí desde que concluyó la época colonial, lo que todavía no ha aprendido la Sra. Rice. Prevaleció su opinión, que era la del gobierno israelí, ante unos representantes europeos desunidos, débiles e incapaces. Por mucho menos, si el perpetrador de la barbarie que ahora contempla el mundo, horrorizado, hubiera sido cualquier otro país, se habría declarado una retirada general de embajadores y, después, otras medidas más enérgicas. Pero el ejército de Israel necesitaba más tiempo para alcanzar sus objetivos. Entre estos se encontró un puesto de observadores de la ONU, donde cuatro soldados perecieron bajo el fuego israelí, al servicio de la comunidad internacional. El agresor desdeñó varios avisos para detener su ataque ante la bandera azul, bajo la que se debería amparar toda la humanidad. Pero sabido es que ni EEUU ni Israel tienen en mucha estima a la ONU, como ambos han mostrado al paso de los años. Hay un arrogante modo de pensar y actuar, propio de los gobiernos que se consideran militarmente muy superiores a quienquiera que pueda oponerse a sus designios. Es el de EEUU frente a la ONU, para invadir Iraq; el de Israel, uno de cuyos generales proclamó que por cada cohete disparado por Hizbolá serían destruidos diez edificios en los barrios chiíes (¿entró en esta cuenta el que albergaba a los niños de Caná?); el que, cuando Bagdad ardía bajo las bombas, suscitaba entre los que la destruían desde el aire el recuerdo de los árboles de Navidad; o el de Hitler, cuando se refería al Tercer Reich como el "Imperio de los mil años". Una mentalidad parecida es la que induce a Israel a creer que, cuando todo el sur de Líbano sea un desolado desierto de cráteres de proyectiles, habrá desaparecido Hizbolá y el pueblo israelí podrá vivir en paz. ¡Absurda esperanza! Así como Hizbolá nació en 1984, a causa de la ocupación del sur del Líbano por Israel y sus aliados libaneses, es de temer que la barbarie israelí de estos días aporte nuevos hizbolás, nuevos terrorismos y más sangre y desolación. Es muy probable, además, que estas calamidades no queden circunscritas a Oriente Próximo sino que se extiendan a otros países. Esto es lo que tampoco ha aprendido la Sra. Rice ni el gobierno al que pertenece, que en Roma contribuyó a reforzar la vieja espiral de violencia en la que vive sumido Oriente Próximo desde la conflictiva creación del Estado de Israel en 1948, tan mal gestionada después por las grandes y medianas potencias que pugnaban por la hegemonía mundial sin ver que estaban activando una bomba de retardo. * General de Artillería en la Reserva Analista del Centro de Investigación para la Paz (FUHEM) |
www.rebelion.org 3-agosto-2006
Khalid Amayreh
El 23 de marzo de 1944 murieron tres soldados alemanes cuando un grupo de resistencia italiano hizo estallar una bomba al paso de una columna de tropas alemanas que marchaban hacia Rasella. Adolph Hitler se enfureció y ordenó que en las siguientes 24 horas, debían morir 10 italianos por cada alemán muerto. Herbert Kappler, el comandante alemán de la zona, rápidamente compiló una lista de 320 civiles sentenciados. El 24 de marzo las víctimas fueron transportadas a las fosas Adreatinas, donde fueron ejecutadas por las SS. El ejército nazi perpetró muchas otras operaciones pacificadoras contra civiles durante la ocupación nazi de Europa; hombres, mujeres y niños fueron brutalmente asesinados para vengar la muerte de soldados alemanes atacados por la resistencia local. Sé que es un tabú, especialmente en Occidente, comparar a Israel —dejando de lado a los judíos— con el Tercer Reich. Sin embargo, si hemos de mantener la verdad como un valor intríseco, supremo, es ineludible llamar a las cosas por su verdadero nombre. Hoy, a la luz de las criminales agresiones israelíes en Líbano y Gaza, no hay duda de que Israel está pensando, actuando y comportándose como el Tercer Reich. Y cuando los judíos, o algunos judíos, se comportan y actúan como nazis, se convierten ellos mismos en nazis. Los sionistas están actuando como nazis ya que están asesinando masivamente a civiles inocentes para vengar la muerte de unos pocos soldados israelíes a manos de miembros de la resistencia de Líbano y Palestina. Está de más señalar que estos guerrilleros, ya sean de Hamás o Hezbolá, están luchando por librar a sus países de una brutal ocupación israelí, tal como los guerrilleros de la resistencia europea en Polonia, Francia, Grecia y otros muchos países lo hicieron para librarse de la brutal ocupación nazi. No hay ninguna duda del sufrimiento de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Nadie puede negar ese hecho. Pero el sufrimiento de los judíos de hace seis décadas en Europa de ninguna manera les da derecho a cometer otro holocausto contra la población de Oriente Próximo. Es más, un holocauso judío contra la población de Oriente Próximo no es menos malvado (ni menos nazi) que el holocauto alemán contra judíos. La maldad de los crímenes no se atenúa cuando son perpetrados por manos judías. No existe nada llamado genocidio kosher (permitido) u holocausto kosher o matanzas kosher. De hecho, si los judíos realmente intentan vengar el holocausto, lo lógico, al menos desde una perspectiva talmúdica, es que los judíos dirijan su cólera contra los alemanes, los hijos y nietos de la Wehrmacht, la Gestapo y las SS, no contra los palestinos y libaneses inocentes, que no tienen los medios para protegerse a sí mismos ni a sus niños. ¿No es una muestra de criminalidad y cobardía apuntar contra civiles inocentes e indefensos usando los más poderosos armamentos de muerte? Judaísmo-nazismo Sé que muchos judíos ponen el grito en el cielo cada vez que se utiliza la analogía israelí-nazi, especialmente si quienes lo hacen son europeos y occidentales. Aducen que el holocausto fue un acontecimiento único, comparado con lo que Israel está haciendo en Líbano y Gaza. Bien, nadie está señalando que Gaza se está convirtiendo en un nuevo Auschwitz. Sin embargo, nadie puede negar que la maquinaria de guerra israelí está exterminando a numerosos civiles indefensos. Al fin y al cabo, existen otros medios para evaporar a la población, no sólo mandándola a las cámaras de gas e incineradores (estoy usando la palabra evaporar, ya que un periódico israelí, el Jerusalem Post, utilizó esta misma palabra en una cita en internet haciendo referencia a la muerte de palestinos en un bombardeo aéreo israelí en una concurrida avenida de Gaza a mediados de julio). En un análisis final, si el brutal castigo colectivo es un criterio para calificar a cualquiera como nazi, entonces el comportamiento israelí lo es, y sus líderes políticos y comandantes militares son indiscutiblemente los nazis de nuestro tiempo. Basta con comparar el comportamiento de Israel en Gaza y Líbano tras la captura de tres soldados israelíes por guerrilleros de la resistencia durante una operación militar, con el comportamiento de la Gestapo y las SS en circunstancias similares en la Europa ocupada por los nazis, para descubrir la llamativa semejanza. Cuando los guerrilleros palestinos capturaron a un soldado israelí en Kerem Shalom el día 25 de junio, el ejército israelí comenzó inmediatamente una campaña genocida de todo un mes contra Gaza, destruyendo casas, escuelas, universidades, centrales eléctricas, calles, huertos y plantaciones de cítricos y aniquilando a familias enteras mientras dormían en la intimidad de sus hogares. De hecho, en el momento de escribir este artículo (29 de julio), al menos 183 palestinos, entre ellos 37 niños, han sido asesinados sin piedad en la Franja de Gaza, como resultado de un bombardeo aéreo persistente y un ataque de artillería contrapoblaciones civiles. ¡Sí, toda esta obscena matanza e insensible destrucción en respuesta a la abducción de un soldado israelí! Y en Líbano... Bien, lo que está aconteciendo en Líbano desafía una descripción linguística. ¿Cómo puede uno describir la destrucción de un país completo y el bombardeo combinado de hogares, poblaciones, calles, civiles que huyen montados en coches y microbuses, todo en respuesta a la abducción de dos soldados israelíes de la ocupación durante una operación militar dirigida a liberar a cientos de presos políticos y miembros de la resistencia que sufren en los campos de concentración israelíes? Si esto no es judeonazismo, entonces ¿qué es? (a propósito, el término judeonazismo fue acuñado por el escritor israelí Yisrael Shahak). Y si los líderes israelíes, que ordenaron y supervisaron estas campañas genocidas contra civiles inocentes, no son considerados criminales de guerra, entonces ¿cómo los debemos ver? Esta es una pregunta que la conciencia del mundo debe enfrentar ya que es inconsciente permanecer en silencio mientras este poder diabólico llamado Israel se está comportando de manera muy similar a como otro poder diabólico lo hizo hace sesenta años... Nadia Hasan y Juan Vivanco son miembros de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción es copyleft y puede reproducirse a condición de mencionar al autor, la traductora, el revisor y la fuente. |
www.rebelion.org 3-agosto-2006
Marcaban los nombres de los niños
muertos en las bultos de plástico: ““Mehdi
Hashem, 7 años; Hussein al-Mohamed, 12 años;
Abbas al-Shalhoub, 1 año; Y cuando el soldado
libanés fue a recoger el pequeños cuerpo de
Abbas rebotó en su hombro, como ya lo hiciera en
el hombro de su padre el domingo. En total había
56 cuerpos acumulados entre el hospital Tyre y
otros centros, de los cuales 34 eran de niños.
Cuando se les acabaron las bolsas de plástico,
los envolvieron en alfombras. Sus cabellos
estaban aterciopelados del polvo, hilos de
sangre descendían de sus narices.
Tienes que tener un corazón de piedra para no sentir la atrocidad de lo que se veíía. Esta matanza es una obscenidad, una atrocidad, un crimen de guerra. Israel proclama que Hezbollah lanza misiles desde Qana, al sur del Líbano, como si eso justificara esta masacre. El Primer Ministro de Israel, Ehud Olmert, habló de la “amenaza” del terrorismo musulmán contra un occidente civilizado, haciendo creer que en realidad es Hezbollah quién ha matado a todo esa pobre gente. Hace 10 años este fue el escenario de otra masacre israelí, el asesinato de 106 refugiados libaneses por un comando israelí de artillería establecidos en una base de Naciones Unidas del lugar. Más de la mitad de esas 106 víctimas eran niños. Israel declaró entonces que no había pruebas fotográficas sobre aviones en la escena del crimen. Información que resultó falsa, cuando el diario The Independent descubrió un video que mostraba el avión del delito sobre el campo. Es como si Qana (cuyos habitantes pregonan que aquí es donde Jesús convirtió el agua en vino) hubiera sido maldecido por el mundo, condenado para siempre a sufrir tragedias. Y no hay duda de la procedencia de los misiles que mataron a todos estos niños el domingo. Llegan de Estados Unidos, el fabricante, y en un rincón se puede leer: “Para uso en MK-84 Bomba guiada BSU-37-B”. El fabricante ya puede anunciar el “buen resultado en combate”, porque destruyó completamente el edificio de tres plantas en el que las familias Shalhoub y Hashim vivían. Encontréé a Nejwah Sahlhoub tumbada en el hospital de Tyre, mandíbula y cara vendadas como Robespierre antes de su ejecución. No lloró ni chilló aunque el dolor se dibujaba en su cara. Su hermano Taisir de 46 añños murió al igual que su hermana Najla y su sobrina Zeinab, de 6 añños. “Estábamos en el sótano escondidos cuando explotó la bomba a la una de la mañana” dice, “Por el amor de Dios, ¿Qué hemos hecho para merecer esto?” ““¿Porqué el mundo nos hace esto?”. Con estos muertos son ya más de 500 el total de civiles muertos en el Líbano desde el comienzo del bombardeo, terrestre y aéreo, el 12 de julio. Cientos de manifestantes asaltaron el gran edificio de Naciones Unidas en Beirut, gritando: “Destruir Tel Aviv, Destruir Tel Aviv”, y el Primer Ministro del Líbano, Fouad Siniora, de habitual calmado, llamó a la Secretaria de Estado Estadounidense Condoleeza Rice y le ordenó cancelar su inminente viaje a Beirut. Nadie en este país olvida como el Presidente Bush, la Sta. Rice, y Tony Blair han evitado pedir un inmediato cese de las hostilidades, una tregua que hubiera salvado todas estas vidas. La Sta. Rice ha soltado solo: “queremos que pare esto cuanto antes”, un comentario seguido del anuncio israelí sobre la intención de seguir con los bombardeos en el Líbano por lo menos durante dos semanas más. Durante el día, los habitantes de Qana y los trabajadores civiles cavaban entre las ruinas del edificio con palas y manos, arañando entre la porquería hasta encontrar un cuerpo tras otro. En una parte de los escombros, encontraron lo que quedaba de una habitación con 18 cuerpos dentro, 12 de los cuales eran mujeres. Por todo el sur del Líbano se encuentran escenas así, tal vez no tan grotescas, pero sí tan terribles que las gentes de estos lugares están igual de aterradas ante la idea de quedarse como de irse. Los Israelíes han lanzado panfletos sobre Qana, ordenando dejar el lugar y sus casas. Desde que comenzó la ofensiva es ya la segunda vez que Israel ha ordenado a los ciudadanos dejar sus casas para después atacarlas. Hay 3.000 musulmanes Shia atrapados entre Olaya y Aiteroun, (cerca de la incursióón militar israelí a Bint Jbeil), y ninguno puede salir sin el miedo a morir en las carreteras. ¿La reacción de Olmert? Después de expresar su “terrible tristeza”, anunció: “No pararemos esta lucha, a pesar de los difíciles incidentes de Qana. Continuaremos con nuestra acción, y si fuera necesario será llevada a cabo sin reparo”. Y yo me pregunto ¿cuan lejos puede llegar esto? Las infraestructuras del Líbano están siendo destruidas con rapidez. Sus pueblos y ciudades derrumbadas, su gente está cada vez más aterrorizada. Terror es la palabra que usan con bombas israelís “made in” America. Los misiles de Hezbollah son de fabricación iraní, y ha sido Hezbollah quien ha comenzado esta guerra con su ilegal y provocativa incursión a travéés de la frontera. Pera la salvaje embestida contra la población civil de Israel ha chocado profundamente no sólo a los diplomáticos de occidente que permanecían en Beirut, también a cientos de trabajadores humanitarios de la Cruz Roja y otras agencias de ayuda. Sorprendentemente Israel negó el paso, el domingo, a un convoy de Naciones Unidas del programa de ayuda de alimentos en ruta hacia el sur. Una misión de 6 camiones que tendrían que suministrar provisiones a la ciudad de Marjayoun, en el sudeste. Más de 250.000 libaneses han dejado sus casas, pero no hay todavía datos precisos del total de civiles atrapados en el sur. Los 15 kilómetros entre Qana y Tyre están recubiertos con hogares en ruina y cahmuscados coches familiares. El jueves 27 la radio del ejercito israelíí, que sintoniza en el sur del Líbano, comunicó a sus habitantes que sus pueblos serían “totalmente” destruidos si lanzaban misiles. Cualquiera que haya visto el bombardeo israelí las dos últimas semanas sabe, en muchos casos, que los israelíes no conocen la localización desde la que Hezbollah lanza misiles, y cuando lo saben, a menudo no dan en le blanco. ¿Cómo puedo un ciudadano prevenir a Hezbollah de lanzar cohetes desde su calle? Hezbollah se cubre entre las casas de civiles, (al igual que las tropas israelíes cuando entraron en Bint Jbeil la semana pasada también usaron los hogares de civiles para esconderse). ¿Puede esto ser excusa para una matanza de esta escala? El Sr. Siniora se dirigió a la diplomacia internacional en Beirut anunciando que el gobierno de Beirut exigía un cese del fuego inmediato y ya no se interesaba por ninguna concesión política. Huelga decir que el Sr. Jeffrey Feltman, cuyo país fabricó las bombas que mató los inocentes de Qana, no acudió.
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voltairenet.org Red de Prensa No Alineados 6-agosto-2006
Líbano como nuevo objetivo Washington y Tel Aviv se regocijan por las operaciones militares en marcha en el Medio Oriente. Según declaraciones de Condoleezza Rice, el dolor del Líbano es causado por las «contracciones del nacimiento de un nuevo Medio Oriente». Los teóricos del «caos constructor» estiman que tiene que correr la sangre para lograr imponer un nuevo orden en una región rica en hidrocarburos. Planificada desde hace mucho, la ofensiva del ejército israelí contra el Líbano está siendo supervisada desde el Departamento de Defensa de Estados Unidos.
Durante su encuentro del 21 de julio de 2006 con la prensa en el Departamento de Estado, Condoleezza Rice fue interrogada sobre las iniciativas que esperaba impulsar para restablecer la paz en el Líbano. Esta fue su respuesta: «No veo el interés en recurrir a la diplomacia si es para volver al status quo anterior entre Israel y el Líbano. Pienso que sería un error. Lo que estamos viendo es, de cierta manera, el comienzo de las contracciones del nacimiento de un nuevo Medio Oriente y tenemos que estar seguros de que todo lo que hagamos vaya en el sentido del nuevo Medio Oriente, no hacia el regreso al anterior» [1]. Visto desde Washington, lo que sucede actualmente en el Líbano no tiene nada que ver con el rescate de los soldados capturados por Hezbollah. En realidad se trata de la aplicación de la teoría, elaborada durante largo tiempo, del «caos constructor». Según los adeptos del filósofo Leo Strauss, cuya rama mediática es conocida bajo la denominación de «neoconservadores», el verdadero poder no se ejerce en una situación de inmovilidad sino, por el contrario, mediante la destrucción de toda forma de resistencia. Sólo arrojando las masas al caos pueden aspirar las élites a la estabilidad de su propia posición. Los adeptos de Leo Strauss estiman también que únicamente en medio de esta violencia los intereses imperiales de Estados Unidos se confunden con los del Estado judío.
La voluntad israelí de desmantelar el
Líbano, de crear allí un mini-Estado cristiano y de
anexarse una parte del territorio libanés no es nueva.
Ya fue enunciada, en 1957, por David
Ben Gurion en una célebre
carta
publicada como documento anexo a sus memorias [2].
Lo más importante es que fue insertada en un amplio
proyecto de colonización del Medio Oriente redactado en
1996 bajo el siguiente título: Una ruptura limpia:
nueva estrategia para garantizar la seguridad del reino
[de Israel] [3].
El documento estipulaba:
Ese punto de vista es similar al de la
administración estadounidense. El control de las zonas
ricas en hidrocarburos que
Zbignew Brzezinki
y Bernard Lewis llamaban «el arco crítico», o sea el
arco que va del Golfo de Guinea al Mar Caspio pasando
por el Golfo Pérsico, supone una redefinición de
fronteras, de Estados y de regímenes políticos, en otras
palabras: una «remodelación del Gran Medio Oriente»,
según la fórmula empleada por George W. Bush.
La idea es sencilla: reemplazar los
Estados heredados del derrumbe del Imperio Otomano por
entidades más pequeñas de carácter monoétnico y
neutralizar esos mini-Estados lanzándolos constantemente
unos con otros. Dicho de otra forma, se trata de volver
a los acuerdos a los que llegaron en secreto, en 1916,
el imperio francés y el británico (los llamados Acuerdos
Sykes-Picot [5])
y de consagrar el dominio total de los anglosajones
sobre la región. Pero, para establecer nuevos Estados lo
primero es destruir los que ya existen. Y eso es lo que
la administración Bush y sus aliados están haciendo
desde hace cinco años con entusiasmo digno de un
aprendiz de mago. Si no están convencidos, veamos los
resultados: En Washington, los discípulos de Leo Strauss, cada vez más impacientes, sueñan con extender el caos a Sudán, Siria e Irán. Para ese período de transición no se habla ni siquiera de «democracia de mercado» sino únicamente de sangre y lágrimas.
Jacques Chirac, que tenía la intención de
intervenir en el Líbano para defender los últimos
intereses de Francia en ese país y que envió allí a su
primer ministro Dominique de Villepin, tuvo que
despertar de su sueño. Durante la cumbre del G8, en San
Petersburgo, George W. Bush le prohibió hacerlo
diciéndole que no se trataba de una operación israelí
que goza del apoyo de Estados Unidos sino de una
operación estadounidense ejecutada por Israel.
Para ser más precisos aún, el plan de
destrucción del Líbano fue sometido por el ejército
israelí a la administración Bush hace ya poco más de un
año, como reveló el San Francisco Chronicle [6].
Ese plan fue objeto de discusiones políticas, el 17 y el
18 de junio de 2006 en Beaver Creek, durante el Foro
Mundial que el
American Enterprise Institute
organiza todos los años. Benjamin Netanyahu y
Dick Cheney
lo discutieron ampliamente junto a Richard Perle y
Nathan Sharansky.
La Casa Blanca le dio luz verde en los días
subsiguientes. Los generales israelíes y estadounidenses se conocen mutuamente, desde hace una treintena de años, gracias a los intercambios que organiza entre ellos el Instituto Judío para los Asuntos de Seguridad Nacional (Jewish Institute for National Security Affairs - JINSA), asociación que impone a sus cuadros la participación en seminarios de estudio sobre el pensamiento de Leo Strauss.
Thierry Meyssan
[1] «But I have no interest in diplomacy for the sake of returning Lebanon and Israel to the status quo ante. I think it would be a mistake. What we’re seeing here, in a sense, is the growing – the birth pangs of a new Middle East and whatever we do we have to be certain that we’re pushing forward to the new Middle East not going back to the old one». Fuente: Special Briefing on Travel to the Middle East and Europe, Departamento de Estado, 21 de julio de 2006. [2] «Carta de David Ben Gurion a Moshe Sharett sobre la constitución de un Estado maronita en el Líbano», documento disponible para consulta en la biblioteca electrónica de la Red Voltaire. [3] A Clean Break: A New Strategy for Securing the Realm, IASPS, 8 de julio de 1996. Una versión condensada puede ser consultada en el sitio del IASPS. El contenido completo de dicho documento se conoce gracias a los reportes sobre el mismo que hizo The Guardian en aquel entonces. Redactado en el seno de un think tank neoconservador, el IASP, este documento, preparado por un grupo de expertos que reunió Richard Perle y entregado a Benjamin Netanyahu, refleja el pensamiento del sionismo revisionista de Vladimir Jabotinsky [[El padre de Benjamin Netanyahu, Ben-Zion Netanyahu era secretario particular de Vladimir Jabotinsky, fundador del sionismo revisionista. Ehud Olmert es miembro de esa misma corriente. [4] Discurso ante el Congreso de Estados Unidos por Benjamin Netanyahu, 9 de julio de 1996. [5] Tratado secreto, firmado el 16 de mayo de 1916 por Sir Mark Sykes y François Georges-Picot a nombre del Reino Unido y de Francia, y aprobado más tarde por Italia y Rusia. [6] «Israel set war plan more than a year ago. Strategy was put in motion as Hezbollah began gaining military strength in Lebanon», por Matthew Kalman, San Francisco Chronicle, 21 de julio de 2006 |
voltairenet.org Red de Prensa No Alineados 6-agosto-2006
Los responsables de la barbarie tienen que parar la locura en que
se encuentran. Siempre he apoyado al pueblo judío; un pueblo que sufrió el Holocausto, la diáspora, persecuciones, torturas y muerte, pero que tuvo dignidad , resistió a la opresión y luchó por sus valores religiosos, culturales y unidad del pueblo.
He señalado en forma reiterada, y sumado mi voz a muchas otras en el mundo, que el pueblo de Israel tiene derecho a su existencia; pero que también tiene los mismos derechos el pueblo palestino, hoy oprimido y masacrado por el Estado de Israel. Es doloroso tener que señalar los comportamientos aberrantes que el Estado de Israel viene cometiendo contra el pueblo palestino, atacando, destruyendo, oprimiendo y masacrando a la población, mujeres, niños, jóvenes son víctimas de esas atrocidades que no podemos callar y debemos denunciar y reclamar ¡ BASTA! Se derribó el Muro de Berlín, pero se levantaron otros muros como el que Israel levantó para dividir al pueblo palestino. Creyendo que eso les da más seguridad, por el contrario genera mayor enfrentamiento, dolor y división. Pero los muros más difíciles de derribar son los que existen en la mente y el corazón, los muros de la intolerancia y el odio. Los ataques la destrucción y muerte en Gaza y el Líbano y las amenazas permanentes a otros pueblos, han llevado al Estado de Israel a transformarse en un Estado terrorista, utilizando las torturas, los ataques a la población civil donde la víctimas son mujeres y niños. ¿Hasta cuando continuará esa política del terror? Sabemos que no todo el pueblo de Israel está de acuerdo con la política de destrucción y muerte llevada adelante por el gobierno israelí, apoyado por los Estados Unidos y el silencio de los gobiernos europeos; cómplices del horror desatado en Medio Oriente. Están aquellos, tanto dentro de Israel y de Palestina, que desean el diálogo, la resolución del conflicto y el respeto a la existencia de los dos pueblos. Eso es posible si existe la voluntad política y de los pueblos en lograrlo, con el apoyo de la comunidad internacional. Lamentablemente las Naciones Unidas han perdido presencia, coraje y decisiones para poder aportar a la solución del enfrentamiento entre los dos pueblos, situación que pone en serio riesgo la Paz mundial. La ONU fue avasallada por las grandes potencias y la usan cuando responden a sus intereses y no a las necesidades de la humanidad. Es necesaria una reforma profunda y democratizar sus estructuras y hacerlas más operativa y eficaz en bien de los pueblos. Es cierto que hay ataques y hechos de violencia desatados por sectores del pueblo palestino que reclaman sus derechos. No es a través de la violencia, que genera más violencia entre las partes, como se resolverá el conflicto. El Mahatma Gandhi decía que si se aplica el “ojo por ojo, terminaremos todos ciegos”. Los gobernantes del Estado de Israel se están quedando ciegos y arrastrando al pueblo al abismo. Es necesario que la comunidad internacional reaccione y detenga la locura de los gobiernos, antes que sea tarde. Pero más necesario es que los israelitas y los palestinos reaccionen y comprendan que no pueden seguir matándose. Los responsables de la barbarie tienen que parar la locura en que se encuentran, sin salida alguna. Deben hacerlo en bien de los pueblos y la humanidad.
Adolfo Pérez Esquivel |
www.rebelion.org 8-agosto-2006
Tariq Ali, Noam Chomsky, Eduardo
Galeanon, Arundhati Roy, Howard Zinn y varios más
El asalto israelí sobre Líbano,
respaldado por Estados Unidos, ha dejado a ese país
estupefacto, en llamas e iracundo. La matanza en
Qana y la pérdida de vidas no fue sólo
"desproporcionada". De acuerdo con las leyes
internacionales existentes, se trató de un crimen de
guerra.
La deliberada y sistemática destrucción de la infraestructura social de Líbano por parte de la fuerza aérea israelí es también un crimen de guerra, diseñado para reducir al país hasta convertirlo en un protectorado de Israel y de Estados Unidos. Este intento resultó contraproducente; personas en todo el mundo miran horrorizados lo que ocurre. En el mismo Líbano, 87 por ciento de la población ahora apoya a la resistencia de Hamas, incluidos 80 por ciento de los cristianos y los drusos, al igual que 89 por ciento de los musulmanes sunitas, mientras que sólo 8 por ciento cree que Estados Unidos apoya a Líbano. Pero estas acciones no serán juzgadas en ninguna corte instalada por la "comunidad internacional" pues no lo permitirán Estados Unidos y sus aliados, que son quienes cometen estos atroces crímenes o son cómplices en los mismos. Ahora ha quedado claro que el asalto sobre Líbano para eliminar a Hezbollah se preparó mucho tiempo atrás. Los crímenes de Israel recibieron la luz verde de Estados Unidos y de su siempre leal aliado británico, pese a la abrumadora oposición que Blair enfrenta en su propio país. La breve paz que Líbano disfrutó ha tocado a su fin y este país paralizado es obligado a recordar un pasado que esperaba olvidar. El terror de Estado que se inflige a Líbano se ve reproducido en el ghetto de Gaza, mientras la "comunidad internacional" observa en silencio. Mientras tanto, el resto de Palestina es anexada y desmantelada con la participación directa de Estados Unidos y la aprobación tácita de sus aliados. Ofrecemos nuestra solidaridad y nuestro apoyo a las víctimas de esta brutalidad y a aquellos que forman la resistencia a la misma. De nuestra parte, usaremos todos los medios a nuestra disposición para denunciar la complicidad de nuestros gobiernos en estos crímenes. No habrá paz en Medio Oriente mientras continúen las ocupaciones en Palestina e Irak, y sigan las pausas "temporales" en los bombardeos sobre Líbano. Tariq Ali, John Berge, Noam Chomsky, Alexander Cockburn, Mahmoud Darwish, Richard Falk, Eduardo Galeano, Irene Gendzier, Charles Glass, Assaf Kfoury, Yitzhak Laor, Ken Loach, Harold Pinter, Tanya Reinhart, Arundhati Roy, Howard Zinn . |
www.rebelion.org 12-agosto-2006
Después de Qana, desde Israel
“La vergüenza me pesa en los hombros”
Dani Broitman Soy israelí. Lo soy
por elección, porque un día decidí que quería
construir mi vida aquí, en este país. No me
arrepiento, y volvería a tomar la misma decisión si
tuviera nuevamente 20 años. Precisamente por eso, a
la par del orgullo de vivir en un país envidiable en
muchos aspectos, llevo la vergüenza encima como un
lastre, siempre. Está ahí, agachada, esperando que
la mire cuando recuerdo cómo tratamos cotidianamente
a los palestinos, o emboscándome, cuando veo lo que
hacemos con toda persona quien por su origen o
religión no pertenezca a la casta de los
privilegiados. |
Poner fin a la agresión militar de Israel contra Gaza
1. Condena la injustificable e inhumana
acción militar de Israel y exigimos su fin inmediato. El
pretexto aducido por su Gobierno –los ataques con cohetes
llevados a cabo por grupos palestinos contra la población
israelí- es inaceptable en relación con unas acciones de
destrucción criminal, como castigo colectivo, que están causando
miles de víctimas civiles.
-- Ecologistas en Accion http://www.ecologistasenaccion.org/ |